"En Portugal, hubo, de hecho, una disminución de los casos. No hay subregistro", garantizó Isabel Carvalho, directora del Programa Nacional de Tuberculosis, en declaraciones a Lusa sobre el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la enfermedad infecciosa.

Portugal tiene "un sistema de notificación muy bien montado", señaló, considerando que "es necesario entender la razón de la disminución, porque hubo una caída significativa en el número de personas que recurrieron a los servicios y a la asistencia sanitaria en el área de la tuberculosis", concretamente por parte de los "más vulnerables", a pesar de que los Centros de Diagnóstico Neumológico (CDP) permanecieron abiertos durante los confinamientos impuestos por el covid-19.

"Esto es lo que hay que trabajar y en lo que hemos estado trabajando", subrayó, señalando que el aislamiento social y el uso de mascarillas también reducen la propagación de la tuberculosis.

Según el Informe Global de la Tuberculosis, Portugal bajó de "unos 1.800" casos en 2019 a 1.445 en 2020. Pero, señala Isabel Carvalho, a lo largo de 2020, "especialmente en el último trimestre, el número de casos fue aumentando progresivamente".

La OMS también destaca en el informe que "se diagnosticaron muchas menos personas" con la enfermedad (de 7,1 millones en 2019 a 5,8 millones en 2020).

En Portugal, a lo largo de los años, se ha producido "una regresión progresiva y sostenida", dijo Isabel Carvalho, señalando que "Portugal destaca incluso en muy buenas prácticas en el ámbito de la tuberculosis, a saber, el tratamiento gratuito y el fácil acceso (...) a las consultas especializadas".

Sin embargo, es necesario "acelerar esta tendencia a la baja", reconoció, admitiendo que Portugal seguirá estando a la cola de Europa durante algún tiempo.

El último informe del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), publicado en 2018, atribuyó a Portugal la tercera mayor tasa de tuberculosis de Europa, solo por detrás de Rumanía y Lituania.

"Aunque [Portugal] está haciendo un buen trabajo, todavía no hemos alcanzado el nivel de estar en la misma línea que países como España o Francia", afirmó Isabel Carvalho.

Para ello, es necesario "actuar de forma más directa" con los más vulnerables -es decir, personas sin hogar, con adicciones, con VIH/SIDA- y "pasar la información para caracterizar adecuadamente cada región, ya que cada zona tiene determinantes sociales que exigen respuestas adaptadas", y también "aumentar la alfabetización" de todos sobre la enfermedad, subrayó la directora del programa nacional.

"El trabajo con las organizaciones no gubernamentales ha sido esencial", dijo: "De nada sirve tener la puerta del CDP abierta si no tengo a alguien que me lleve hasta allí para algunos de los más vulnerables, que pueden no tener medios para viajar o no están sensibilizados con la tuberculosis", dijo.