Para conocer el punto de vista de los agricultores sobre este controvertido tema, fuimos a visitar a Célia Fences, propietaria de una pequeña finca de 4 hectáreas con árboles de aguacate.

Hace tres años, Célia Vences, una empresaria que nunca ha trabajado en la agricultura, aprovechó la oportunidad de quedarse con las tierras de la familia y decidió emprender un nuevo proyecto: la producción de aguacates.

Las tierras de la familia estaban a punto de venderse y Célia sólo tenía dos opciones: perder la tierra donde pasó los años más importantes de su infancia, o abrazar un nuevo proyecto en ese terreno. Sin embargo, era un tiro al aire ya que nunca había tenido ningún tipo de contacto con estos cultivos.

"Mi padre era agricultor, pero nunca tuvo aguacates. Sin embargo, hice un estudio de mercado y en ese momento era uno de los cultivos más rentables y sostenibles que podía conseguir, por eso decidí abrazar este proyecto". En cuanto a la falta de sostenibilidad medioambiental, Célia Vences no está de acuerdo con la mayoría de las cosas que se dicen.

"Acepto cuando los ecologistas dicen que los cultivos de aguacate utilizan agua, al igual que otras frutas como los cítricos, etc. En realidad, todo usa agua, incluso nosotros mismos en nuestras casas", dijo.

Pero falta un detalle: "a los agricultores no les interesa gastar agua, ya que ahora el agua cuesta mucho dinero, la electricidad es muy cara y la gente no gasta agua porque sí". Además, a los aguacates no les gusta el exceso de agua, hay un equilibrio que debemos respetar", añadió.

Célia explicó a The Portugal News que no aplica ningún tipo de pesticida a sus aguacates, para que su explotación frutícola sea lo más respetuosa posible con el medio ambiente. Además, ha conseguido tener un sistema de riego eficiente y ahorrar agua.

Avocado farm

"Mi padre, cuando era agricultor, utilizaba más agua que yo hoy y no tenía aguacates. ¿Sabe por qué? Porque las técnicas son cada vez más eficientes y la gente es ahora consciente de la necesidad de adoptar políticas más sostenibles", dijo.

En una visita guiada a esa finca frutícola, Sandra Custódio, ingeniera agrónoma, nos explicó las tecnologías de riego que se utilizan actualmente en la finca de aguacates de Célia.

"En esta finca, existe una técnica de sistema de riego por goteo, que consiste en líneas de riego junto al cultivo. Este riego se hace sólo durante el tiempo necesario que necesitan las plantas, ya que se hace con un programa y fijamos el tiempo necesario por día/semana que necesita el cultivo. Además, hoy en día casi todos los productores ya utilizan sensores de humedad del suelo que nos permiten saber cuánta agua necesita un cultivo, y en función de cuándo llueve podemos calcular la cantidad de agua que necesitará el cultivo. Por ejemplo, este año los aguacates han necesitado mucha menos agua de la que necesitaban antes porque ha llovido más y había más agua en el suelo", dijo.

"Es posible conocer mucha información, incluso si se quiere, se puede acceder al software a distancia desde el móvil o la tableta y saber en tiempo real si está lloviendo, cuánto ha llovido y el nivel de contenido de agua. Hay ciertas fórmulas para llegar a ello, es algo científico", dijo el ingeniero.

Sin embargo, a pesar de todo este esfuerzo de Célia y de tantos otros que siguen la misma línea de pensamiento, la gente sigue culpando a los aguacates de la sequía en la región del Algarve: "He leído en las noticias que la gente dice que hay que matar a los aguacates porque nos chupan el agua, ¡pero eso es mentira!

"Ahora mismo hay una campaña contra los aguacates, lo que es un error. Hay muchos más cítricos en el Algarve, unas 18.000 hectáreas, y los aguacates no llegan a 1.800 y, utilizando el mismo tipo de riego, la diferencia entre el consumo de agua de los aguacates y de los cítricos es sólo de casi un seis por ciento. Efectivamente, tenemos un problema de agua en el Algarve, cada vez llueve menos, pero los aguacates no son el problema. El turismo también consume agua y no hay razón para detener el turismo".

En cuanto al problema del monocultivo, Célia dijo que hay algunas medidas que se pueden aplicar para reducir los impactos que suele tener el monocultivo. Por ejemplo, ella no corta las hierbas y otras plantas autóctonas que crecen en la finca porque "son buenas para mejorar la capacidad de retención de agua del suelo, lo que también reduce la cantidad de agua necesaria y crea un ecosistema, que es bueno".

Con todo, las críticas no cesan y repercuten negativamente en el negocio. En sus palabras, "si seguimos teniendo esta perspectiva maligna en torno al aguacate, los portugueses, que estaban empezando a comer esta fruta, dejarán de consumirla. De todos modos, es triste escuchar comentarios tan negativos sobre un cultivo que aporta riqueza al país", concluyó.


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Paula Martins is a fully qualified journalist, who finds writing a means of self-expression. She studied Journalism and Communication at University of Coimbra and recently Law in the Algarve. Press card: 8252

Paula Martins