Según un informe de la agencia de noticias Lusa, la estación de servicio de Feces de Abaixo, en Galicia, España, que limita con Chaves, en el distrito de Vila Real, suele recibir mayoritariamente clientes portugueses, pero la reciente subida de los precios de los carburantes ha aumentado el número de clientes portugueses.

"Hemos notado un aumento, pero no es una locura. Desde la reapertura de las fronteras [cerradas por la pandemia del covid-19] por segunda vez, estamos trabajando bien", dice el propietario, Juan Feijó.

En esta gasolinera, los portugueses pueden ahorrar unos 16 céntimos en el gasóleo y 20 céntimos en la gasolina 95, en comparación con Portugal.

Es el caso de Júlio Costa, un operador turístico de Chaves que hace 'tours' en el Alto Tâmega y en la Eurociudad Chaves-Verín, que reúne a las ciudades portuguesas y españolas en un proyecto de cooperación transfronteriza.

"Siempre aprovecho mi trabajo en Verín para suministrar vehículos. Siempre ha sido más barato, pero en este momento el ahorro es enorme", explica a Lusa el propietario de Ideias Essencial Tours.

Con cuatro vehículos, entre jeeps y furgonetas de nueve plazas, Júlio Costa reveló que al final del mes el ahorro de combustible alcanza cientos de euros, dependiendo de la carga de trabajo.

Entre los coches que se repostan, destaca uno con matrícula francesa. Este conductor, que ahora vive en Francia pero nació en el municipio de Valpaços, dice que recorre miles de kilómetros dos o tres veces al año.

"Aquí es más barato y siempre vengo a repostar, sobre todo cuando hay que irse a Francia".

La jubilada Maria Almeida Lusa que siempre elige repostar en Feces de Abaixo, una tradición que lleva años.

"Desde que estoy jubilada, no uso mucho el coche. Pero siempre vengo aquí, me compensa mucho y ahora aún más", añadió Maria Almeida, que vive en la ciudad de Chaves y recorrió unos 11 kilómetros para llenar su vehículo.

A pesar del aumento de la demanda, que se espera que continúe en los próximos meses, Feijó no ha necesitado contratar más empleados, porque "tampoco hubo despidos durante la pandemia".

De los 12 empleados, ocho son portugueses y por eso, a pesar de estar situados en Galicia, la mayoría de las conversaciones se mantienen en portugués entre cliente y empleados.