El proyecto, denominado "MAG-GIC: corrientes inducidas por el campo geomagnético en el territorio portugués", tiene como objetivo "calcular, medir y monitorizar la amplitud de estas corrientes geomagnéticas inducidas en Portugal", señala la UC.

El estudio reúne a expertos de dos centros de investigación de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Coimbra (FCTUC) - el Centro de Investigación de la Tierra y el Espacio (CITEUC) y el Laboratorio de Instrumentación, Ingeniería Biomédica y Física de las Radiaciones (LIBPhys- UC).

El proyecto cuenta también con la colaboración de investigadores del Instituto Dom Luiz, en Lisboa, e ingenieros de REN (Redes Energéticas Nacionais).

Durante dos años, el equipo analizó las corrientes denominadas GIC (corrientes inducidas geomagnéticas), con el fin de recoger información sobre las "características de la red de transporte de energía y realizar mediciones geofísicas que permitieran calcular la conductividad de la litosfera en la región de Portugal continental", reza la nota.

Posteriormente, para comprobar los valores calculados del GIC, los investigadores compararon estos indicadores con las observaciones.

Para ello, los investigadores del LIBPhys-UC desarrollaron un sistema de adquisición, análisis y registro de datos, con acceso remoto.

Este sistema, instalado en la subestación de Paraimo, en el distrito de Aveiro, permite la monitorización de las redes en tiempo real y de forma remota, con el fin de "comprender el efecto de las perturbaciones en el campo magnético terrestre, causadas por las tormentas solares, en la red eléctrica gestionada por REN", explica la líder del equipo de estudio, Alexandra Pais.

A lo largo del proyecto, los investigadores calcularon la distribución de GIC en las subestaciones de la red eléctrica de REN e identificaron que "los factores a los que son especialmente sensibles los valores estimados".

Las mediciones realizadas ahora sirven para confirmar los efectos de la meteorología espacial en la red nacional de transporte de energía.

El siguiente paso en la investigación es "comprender cómo afectan estas corrientes individualmente a los diferentes elementos del circuito eléctrico, en particular a los transformadores de las subestaciones de la REN", concluye Alexandra Pais.

En el futuro, los investigadores pretenden instalar más sensores en otras subestaciones de REN, para continuar la investigación.