Nelson Sousa, administrador de JLS - Transportes Internacionais, de Viseu, dijo a la agencia Lusa que, en los últimos dos meses, la empresa ha subido los precios de los servicios que presta, pero que hay "claramente una caída de la actividad".

"Es la única manera. Debido a la fiscalidad y a que el precio del combustible está subiendo de forma generalizada, no sólo en Portugal, sino en toda Europa", explicó el funcionario, añadiendo que se nota, "de forma muy clara, la caída de las exportaciones".

Según Nelson Sousa, con el aumento del precio del combustible, de la energía y del AdBlue (un líquido que reduce las emisiones contaminantes de los vehículos diesel), las empresas de transporte sólo pueden "ajustar los costes de producción y las tablas de ventas".

"El sector ya había dado muestras de debilidad en el pasado, con rendimientos muy bajos, porque vivimos en un contexto competitivo muy agresivo. Cuando somos frágiles, cualquier situación nos pone en una situación muy complicada", subrayó el administrador de JLS, que cuenta con unos 280 camiones.

La administración de Transportes Central Pombalense, de Pombal, también mencionó que, "con este aumento del combustible, los demás costes siguieron esta tendencia".

"El costo de producción del servicio de transporte (combustible, neumáticos, mantenimiento, entre otros) aumentó mucho, aplastando los márgenes, que ya eran negativos (en agosto y septiembre). Este clima de inestabilidad acaba teniendo un impacto financiero también en la empresa, que se vuelve impagable", lamentó.

Si en 2020 el combustible representaba el 25% de la estructura de costes de la empresa (que cuenta con 322 vehículos), actualmente representa el 33%: "Desde principios de este año, para nuestra empresa, los combustibles han aumentado un 29%" .

Según la administración, "para mitigar estos incrementos", la empresa cuenta "con la comprensión y colaboración de los clientes para aceptar posibles ajustes en los precios de los servicios".

"Tratar de minimizar al máximo los costes directos e indirectos en la empresa, sin poner en riesgo el buen funcionamiento, cumpliendo con los estándares que se nos reconocen en la prestación de los servicios de transporte, la capacidad de respuesta, la calidad y la seguridad" es otra de las medidas adoptadas, "en última instancia, la reducción de la flota existente" podría ser la respuesta, añadió.

Artur Gaiola, de la empresa de transportes del mismo nombre, con sede en Covilhã, todavía no ha aumentado los precios para los clientes, a pesar del impacto negativo que está sintiendo.

"Todavía no subimos los precios, pero si el gasóleo no baja, por supuesto que tendremos que cambiar los precios. El problema es que los clientes se pueden ir y entonces tenemos dificultades", dijo.

Según Artur Gaiola, su empresa -que trabaja en el sector nacional, en colaboración con transitarios- tiene actualmente "menos carga, menos facturación y más costes".

"Desde hace dos meses, las exportaciones y las importaciones han bajado un poco", dijo el responsable de Artur Gaiola Transportes, que cuenta con diez vehículos pesados y 20 ligeros.