La acción de plantación ya ha comenzado, abarcando un área de 800 metros cuadrados, entre la estación y una ecovía.

Según una nota del ayuntamiento de Guimarães, en el distrito de Braga, el espacio contará con 300 árboles y 700 arbustos de especies como el castaño, el roble, el madroño y el fresno, y "diferentes refugios para las especies", buscando "promover la biodiversidad".

El "bosque urbano" se desarrolla según el "método Miyawaki", desarrollado por el botánico japonés Akira Miyawaki, que pretende estabilizar la temperatura media de la zona en la que se encuentra y dar "nueva vida a terrenos abandonados o sin cultivar".

El Ayuntamiento de Guimarães explica, en un comunicado, que estos bosques en zonas urbanas presentan "un rápido crecimiento y una alta tasa de absorción de dióxido de carbono", y son "espacios frescos", además de funcionar como "barreras acústicas" y ser "visualmente agradables" y útiles para "mejorar la calidad del aire".

La iniciativa forma parte del proyecto Limp.AR, financiado por el Fondo de Medio Ambiente del Ministerio de Medio Ambiente y Acción Climática con 29.840 euros y desarrollado por el Laboratorio del Paisaje en colaboración con la Universidad del Miño y la Estructura de la Misión Guimarães 2030, una plataforma de debate para el desarrollo sostenible en el condado.

Este proyecto tiene como objetivo "mejorar la calidad del aire y el ruido en los centros urbanos", buscando "fomentar la integración de la vegetación en las zonas urbanas como forma de aumentar la captura de carbono", concretamente en "lugares con una alta presencia de tráfico de vehículos".