El proyecto, desarrollado por las empresas Floating Particle e IPIAC, se inició el 8 de noviembre y consiste en la instalación de una unidad de producción que contará con "un sistema capaz de transformar 50 toneladas de residuos domésticos en cinco toneladas de hidrógeno al año", lamenta el Ayuntamiento de Cascais, dirigido por Carlos Carreiras.

"Al invertir en esta tecnología, el Ayuntamiento de Cascais está contribuyendo localmente a resolver dos de los problemas medioambientales globales más urgentes: la gestión de los residuos domésticos recogidos por el municipio (eliminando los costes de transporte y el uso de vertederos) y el uso de energías fósiles, altamente contaminantes y cada vez más caras".

Según la nota del ayuntamiento, esta tecnología permitirá que los residuos dejen de ir a los vertederos y se utilicen en la alimentación de los autobuses municipales y los vehículos de recogida de residuos, "reduciendo totalmente las emisiones de todo el proceso de su tratamiento".

La unidad de producción, denominada Stella, se ubicará en la parroquia de Alcabideche y "sólo necesitará utilizar residuos domésticos, aire y una pequeña cantidad de agua, siendo autosuficiente en términos de energía".

Se estima que esta unidad de producción tiene capacidad para convertir 250 kilogramos y producir 24 kilogramos de hidrógeno diarios.