"No estamos aquí para definir las políticas energéticas de ningún país. Estamos aquí para subrayar que es realmente una mala decisión colocar la energía nuclear dentro de la taxonomía europea. No es segura, no es sostenible y cuesta mucho dinero", argumentó.

La financiación europea, subrayó Matos Fernandes, debería dirigirse hacia otras opciones, principalmente la energía eólica y la solar, y añadió que están en contacto con el sector privado para adoptar esta misma postura.

"Todo el dinero que se destina a la energía nuclear es, sin duda, dinero que debería destinarse a las energías renovables y eso es lo que el mundo necesita. Necesitamos energía, pero que no provenga de [combustibles] fósiles. Y necesitamos energía que no contenga residuos nucleares", insistió.

En una intervención ante Matos Fernandes, la ministra alemana de Medio Ambiente, Svenja Schulze, afirmó que "la energía nuclear no puede ser una solución a la crisis climática" porque es demasiado arriesgada, demasiado lenta y no es sostenible.

Actualmente, alrededor del 12% de la electricidad alemana procede de la energía nuclear y la mitad de las fuentes renovables.

En 2011, tras el accidente de la central nuclear japonesa de Fukushima, la canciller alemana, Angela Merkel, anunció que pondría fin a las 17 centrales nucleares del país para 2022, a pesar de que se temía que esto supusiera un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero debido al uso de gas y carbón.

Francia es el tercer productor mundial de energía nuclear, por detrás de Estados Unidos y China.