"Sinceramente, no preveo que tengamos que adoptar medidas que impliquen un estado de emergencia", dijo António Costa, subrayando que si es necesario "el Parlamento, incluso disuelto, mantiene medidas de control de la actuación del Gobierno" que permiten tomar nuevas medidas "a la luz de la legislación vigente".

El primer ministro admitió su "preocupación" por la evolución del número de personas "infectadas por el nuevo coronavirus", pero subrayó que no considera "previsible que haya que volver a tomar medidas con las dimensiones" que tuvieron en el pasado, dado que la vacunación "no sólo ha disminuido mucho la tasa de incidencia" sino que "también ha conseguido que incluso las personas infectadas estén ahora menos graves".