El estudio también concluye que el estrés y la ansiedad fueron sentimientos que afectaron a casi la mitad de los encuestados nacionales y que los portugueses fueron los que menos consideraron su estado de salud física como "bueno" o "muy bueno".

El estudio "Encuesta Merck: Percepción de la salud de los europeos dos años después del inicio de Covid 19' se llevó a cabo con personas de entre 18 y 65 años residentes en Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia, Polonia, Portugal, Reino Unido Unido, República Checa y Suiza, mediante un enfoque CAWI (entrevistas realizadas a través de Internet).

La muestra nacional estaba formada por 600 personas y las entrevistas tuvieron lugar entre el 31 de agosto y el 8 de septiembre de 2021.

Los resultados del estudio, divulgados en un comunicado, revelan que el 29 por ciento de las mujeres portuguesas menores de 44 años admiten haber pospuesto sus planes de maternidad a causa de la pandemia.

La encuesta también señala que sólo el 22 por ciento de la población portuguesa dijo querer realizar más tratamientos de fertilidad durante la pandemia, siendo el grupo de edad superior a los 45 años el que más consideró esta posibilidad.

Otros impactos

"Pero la pandemia tuvo otros impactos, como el estrés y la ansiedad (49 por ciento), el miedo y la incertidumbre (38 por ciento), sentimientos que afectaron a más de un tercio de las personas en Portugal, mientras que los sentimientos de estrés aumentaron hasta el 48 por ciento en los hombres y el 57 por ciento en las mujeres", dice el comunicado.

Los problemas psicológicos (33 por ciento) son una de las principales consecuencias de la pandemia que sufren los portugueses, una cifra ligeramente superior a la media europea (30 por ciento), a la que se suma la dificultad para cumplir con las responsabilidades familiares y laborales (27 por ciento, igual a la media europea).

En cuanto al estado de salud física, el 42 por ciento lo calificó de "bueno" o "muy bueno", el valor más bajo entre los 10 países, seguido de los belgas y los alemanes (ambos con un 49 por ciento).

También hubo una baja valoración cuando se preguntó por la salud emocional, con un 38 por ciento que la consideró "buena" o "muy buena", valor que sitúa a Portugal en el segundo peor lugar, sólo por detrás de Alemania (37 por ciento).

Para el 76 por ciento de los encuestados, es necesario invertir más en medicina preventiva y salud pública, una cifra muy superior a la media europea (56 por ciento), seguida de un mayor compromiso con la salud mental (57 por ciento frente al 41 por ciento de la media europea) y la atención sanitaria.

La vida social se redujo para seis de cada 10 europeos, una cifra muy superior a la de los portugueses: sólo dos de cada 10 la sufrieron como consecuencia de la pandemia.

Los datos también revelan que el 21 por ciento de los portugueses dice haber mejorado su dieta (el 20 por ciento la media europea), el 25 por ciento redujo su consumo de alcohol y drogas (frente al 24 por ciento) y el 33 por ciento tuvo menos relaciones sexuales.