El estudio también indica que el 18% dice no creer que los efectos terapéuticos de los medicamentos genéricos, que tienen un precio entre el 20 y el 35% más bajo que los de marca, sean iguales.

Aunque reconocen que el precio es menor, más de un tercio (36%) no sabe que los medicamentos genéricos también permiten ahorrar al Servicio Nacional de Salud.

Según Deco Proteste, el 89% de los encuestados afirma que siempre que hay un medicamento genérico más barato, debe ser indicado por el farmacéutico. Sin embargo, el 44% dijo que se había visto obligado a comprar medicamentos de marca en el último año porque no había genéricos, "algo que se puede justificar por la falta de provisión o por la falta de esta misma solución para el medicamento en cuestión".

El medicamento genérico sólo puede producirse después de que haya expirado la patente del laboratorio que desarrolló el medicamento original. Por regla general, las patentes duran al menos 20 años.

El estudio revela que la mayoría (68%) cree que el medicamento genérico es tan eficaz como el de referencia, pero sólo menos de la mitad de los encuestados (47%) está de acuerdo en que los genéricos no provocan más reacciones adversas que los medicamentos de marca.

Citando datos de Infarmed, Deco Proteste recuerda que, este año, casi la mitad de los envases vendidos fueron genéricos, que son medicamentos que tienen el mismo principio activo, la misma forma farmacéutica (pastilla, jarabe, etc.) y la misma indicación terapéutica que el medicamento de marca que sirvió de referencia.

El trabajo de Deco Proteste fue el resultado de una encuesta realizada en marzo y abril de este año a 1.515 portugueses.