El informe Truata Global Consumer State of Mind Report 2021 recogió las opiniones de 8.000 consumidores, repartidos entre Corea del Sur, Brasil, Reino Unido, Estados Unidos y Francia. Su objetivo era conocer los retos a los que se enfrenta la gente en relación con la privacidad de sus datos. Se descubrió que muchos de ellos estaban preocupados por su privacidad y la seguridad de sus datos.

Preocupación creciente por la digitalización

Los encuestados expresaron principalmente sus preocupaciones relacionadas con la rápida introducción de la digitalización provocada por el brote de Covid-19. El 64% de los consumidores, algo más de dos tercios, opinó que su uso de la tecnología se había multiplicado debido a la pandemia. El 61% de los usuarios se mostró partidario de que se reduzca la cantidad de datos que las empresas almacenan sobre ellos, tras evaluar los datos que tienen que compartir en el desarrollo de sus actividades diarias.

Casi la mitad de los encuestados (el cuarenta y ocho por ciento) consideraba que su huella de datos ya no estaba bajo su control. Alrededor del cincuenta y seis por ciento se mostraba ansioso por no poder rastrear por completo su presencia digital. No sólo decían que estaban ansiosos, sino que intentaban recuperar el control de las cosas.

Intercambio de datos personales: Sacrificio para estar conectado

El director general de Truata, Felix Marx, observa cómo el brote de Covid-19 ha acelerado el ritmo para revolucionar nuestra vida, las operaciones empresariales y el funcionamiento de la sociedad global. Uno "se digitaliza o se oscurece", lo que no deja a los usuarios otra opción que la de adaptarse al cambio y abrazar Internet y la tecnología para seguir conectados en sus vidas.

Felix dice que, aunque al principio se notó entre los usuarios una aceptación del intercambio de datos personales como compromiso para seguir conectados en la economía digital, no duró mucho. Con la digitalización de gran parte de la vida cotidiana, han aumentado las dudas sobre la seguridad de los usuarios, lo que ha llevado las cosas al límite, como se destaca en el Informe sobre el estado mental de los consumidores globales. Tras sentir que han perdido el control sobre su información, los usuarios intentan recuperarlo, exigiendo la protección de sus registros en el mundo digital.

Lecciones para las empresas tecnológicas

Hay muchas lecciones para las empresas tecnológicas con los datos de los usuarios que se han convertido en la base sobre la que se asientan las plataformas online y las marcas digitales. Se ha comprobado que muchos de los usuarios encuestados están dispuestos a comprometerse con las empresas que les permitan gestionar el control de sus datos.

Los usuarios también se mostraron críticos con las ofertas personalizadas y la publicidad dirigida que se crea tras rastrear sus hábitos de navegación siguiéndolos en línea. Muchos también estaban ansiosos por conocer la gobernanza de datos adecuada.

Las organizaciones que consigan mantenerse en sintonía con los cambios y logren satisfacer las expectativas de los usuarios obtendrán una ventaja sobre sus competidores en los próximos días. Los consumidores también han transmitido el mensaje de que las empresas se toman en serio sus preocupaciones sobre la privacidad. Se ha observado que, mientras que algo menos de un tercio prefiere ahora la navegación de incógnito, más de un tercio ha optado por excluirse de las listas de correo y rechaza las cookies de los sitios web.

Desde el punto de vista de las empresas, la preocupación por la exactitud de los datos y la fiabilidad de los conocimientos obtenidos a partir de ellos surgió tras lo manifestado por los encuestados de Corea del Sur. Los encuestados de ese país revelaron que una buena manera de gestionar la privacidad en línea era crear varios personajes en línea para múltiples servicios.

Una vez que los consumidores han esbozado lo que buscan para aumentar la privacidad de los datos, las empresas deben tomar ahora la iniciativa para disipar sus temores. Deben adoptar nuevas tecnologías y automatizaciones que tranquilicen a los consumidores. Las empresas deben adelantarse para liberarse de la parálisis de la privacidad, aprovechando la oportunidad de mejorar la imagen de marca.

Aumentar la privacidad

A medida que aumenta nuestra dependencia de Internet para llevar a cabo las actividades cotidianas, también ha aumentado el fisgoneo de nuestro comportamiento de navegación. Nos bombardean con publicidad dirigida, resultado de que nuestros perfiles en línea han sido creados por los vendedores. Para evitar esta invasión de la privacidad, puede utilizar una VPN. Una Red Privada Virtual oculta la dirección IP y los hábitos de navegación con la ayuda de la encriptación. Estas prácticas garantizan su anonimato en línea y ofrecen más privacidad.

Conclusión

El brote de Covid-19 nos ha obligado a conectarnos a Internet incluso para realizar actividades cotidianas como hacer la compra. Ha provocado la preocupación de los usuarios por la privacidad y la seguridad de los datos que comparten en línea. Sienten que han perdido el control sobre su información personal y están deseando recuperarlo. Dadas las circunstancias, las empresas deberían tomar la iniciativa para tranquilizarlos mediante la adopción de nuevas tecnologías y la automatización.