Según la OCDE, a largo plazo, los aumentos bruscos del salario mínimo y los cambios en la legislación laboral darán lugar a "costes laborales ineficientemente elevados".

Para la organización multilateral con sede en París, "también es importante evitar revertir las reformas pasadas del mercado laboral, lo que podría comprometer una recuperación sostenible".

Estas consideraciones se recogen en el apartado dedicado a Portugal de las previsiones económicas de la OCDE, que apuntan a un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 4,8%, 5,8% y 2,8% en 2021, 2022 y 2023, respectivamente.

La organización dirigida por el australiano Mathias Cormann prevé "pérdidas significativas de puestos de trabajo" en algunos sectores de la economía portuguesa, ya que "en otros sectores aumentan las vacantes, que no se pueden cubrir fácilmente debido a las discrepancias entre los puestos de trabajo y las cualificaciones".

"Esta reasignación de puestos de trabajo podría facilitarse reforzando los servicios públicos de empleo y los programas de formación y recualificación", sugiere la OCDE.

En cuanto al empleo, "aumentará lentamente, ya que muchos puestos de trabajo han sido protegidos por sistemas de mantenimiento del empleo, y las empresas han respondido aumentando la jornada laboral, al menos inicialmente".

Las previsiones de la OCDE no incluían medidas como los ajustes en el IRS y "el aumento de los salarios en la administración pública", tras el rechazo de la propuesta del Gobierno a los Presupuestos Generales del Estado para 2022.

La reversión de parte de la legislación laboral, así como el aumento del salario mínimo a valores superiores a los propuestos por el Gobierno (705 euros en 2022), estuvieron en el centro del debate que llevó al rechazo de la propuesta de presupuestos del Estado.