En Portugal es legal hacer fuego en una finca privada, ya sea para quemar residuos agrícolas o para crear un ecosistema saludable para que crezcan diversas especies de fauna, sin embargo, el país tiene algunas normas que la gente debe seguir para hacer fuego legalmente en una zona determinada.

En primer lugar, hay momentos en los que no es aconsejable hacer fuego en absoluto. Por lo general, durante el verano, cuando el riesgo de incendios forestales es alto. En segundo lugar, las autoridades, como los ayuntamientos, deben autorizar a la gente a hacer las hogueras. La solicitud de una hoguera también se puede hacer en la página web fogos.icnf.pt.

En Portugal se consideran dos tipos de incendios: los incendios para quemar residuos agrícolas (queima) o un incendio que va a quemar una zona más extensa (queima extensiva).

Consejos para la queima

El Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF) aconseja a las personas que quieran quemar residuos agrícolas que coloquen todos los residuos en una zona segura, donde no haya árboles ni otros materiales inflamables alrededor. Así, los residuos deben colocarse en una zona donde sea más difícil que el fuego se propague. Los agricultores deben arrojar agua en la zona que rodea al fuego, así como tener una fuente de agua cerca, por seguridad. Hay que tener en cuenta la cantidad de residuos y quemarlos en pequeñas cantidades.

Para quemar una zona más extensa también se requiere autorización del Ayuntamiento así como es obligatorio que esté presente un técnico cualificado para controlar el fuego ya que es una gran superficie la que se va a quemar. El fuego debe ser controlado quemando pequeñas áreas cada vez.

Además de ayudar a los agricultores a cuidar sus tierras, los incendios tienen un cierto impacto medioambiental que también hay que tener en cuenta. El calor provocado por los incendios cambia las propiedades físicas y químicas del suelo. El humo puede alterar la calidad del aire, haciendo insalubre la respiración de las personas, además de reducir la visibilidad en las rutas de los coches, lo que puede provocar accidentes de tráfico.

Quemas autorizadas

Según E-konomista, una web relacionada con la economía, dice que según la ley portuguesa hay un tiempo en el que está prohibido hacer fuego para los fines mencionados. Desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre no está permitido quemar residuos agrícolas o un determinado terreno, debido al clima y al alto riesgo de crear un incendio forestal incontrolado. Durante este tiempo los agricultores pueden solicitar a las autoridades la quema de residuos agrícolas, si se autoriza un equipo de bomberos se desplazará al lugar para controlar el fuego.

Para aquellos que hagan fuego ilegal, es decir, que no pidan autorización para hacer un incendio, las multas pueden ir de 280 a 10.000 euros para una sola persona, o de 1.600 a 120.000 euros para las empresas. Si una hoguera ilegal se convierte en un incendio forestal, la pena puede ser de ocho años de cárcel, ya que se considera un delito.