En un comunicado, la asociación afirma que los bosques de Portugal ya no producen suficiente materia prima para abastecer las necesidades de todas las empresas, productoras de pellets y consumidoras de biomasa con fines energéticos.

"Una posible reconversión de la Central Termoeléctrica de Pego de carbón a biomasa aumentará significativamente este desequilibrio", dice el Centro Pinus, explicando que actualmente hay una considerable falta de madera y biomasa vegetal residual en el país, debido a la disminución de los recursos, especialmente de pino marítimo, con una disminución del 37% entre 2005 y 2019.

A esto se suma la opción política de incentivar la producción de electricidad a partir de la biomasa, que, por falta de regulación, permite que "algunos operadores quemen madera y no biomasa forestal residual", afirma el presidente del Centro Pinus, João Gonçalves.

"Un aumento relevante de la producción de energía a través de la supuesta quema de biomasa forestal residual -como es posible con la conversión de carbón en biomasa en la Central Termoeléctrica de Pego- pondrá en peligro miles de puestos de trabajo creados por este sector de la economía, que representa más del 3% del total de las exportaciones".

Las exportaciones de pino ascendieron a 1.725 millones de euros en 2020, lo que representa el 3,2 por ciento del total de las exportaciones de bienes. El sector representa 57.843 puestos de trabajo, según el comunicado.