Según un informe de ECO, Check Point Research (CPR) ha advertido del reciente resurgimiento de pruebas y certificados de vacunación falsos en el mercado negro, concretamente en Portugal, afirmando que el precio de los documentos falsos relacionados con el Covid-19 ha aumentado un 600%.

"La nueva ola de infecciones impulsada por la variante Omicron de Covid-19 ha sido aprovechada por los vendedores de certificados falsos que, en las últimas semanas, a medida que muchos países refuerzan las medidas para contener la pandemia, han aumentado su actividad".

Advirtiendo que "los gobiernos deben unirse rápidamente para combatir el último crecimiento del mercado negro", el CPR advierte que "si no lo hacen, el riesgo de que el número de documentos falsificados aumente en las próximas semanas y meses es muy alto".

Asegurando que "Portugal no es una excepción", el CPR presenta un ejemplo real de un grupo de Telegram, llamado 'Certificado de Vacunación Covid-19 Portugal', "donde se anima a los casi 800 suscriptores a realizar la compra ilícita de un certificado de vacunación que el anunciante describe como "100% auténtico" y garantiza que "pueden ser utilizados para el trabajo, la escuela, los espacios públicos y para viajar".

La unidad de investigación también constata un "aumento espectacular de los importes monetarios negociados a cambio de un certificado de vacunación o de pruebas falsificado".

"Poco después de la presentación de los certificados de vacunación en 2021, se podían comprar pruebas de PCR y antígenos falsificados por 75 a 100 dólares [unos 65 a 87 euros]. En el más reciente resurgimiento del mercado negro, estos mismos documentos están a la venta por 200 a 600 dólares [unos 175 a 525 euros], lo que supone un crecimiento de hasta el 600%", señalan.

Según el CPR, "la alta transmisibilidad y la rápida propagación de la variante Omicron, junto con las dificultades para satisfacer la demanda de pruebas Covid-19, han creado un nuevo hueco en el mercado, que está siendo aprovechado para obtener beneficios".

"Hay al menos un grupo fraudulento que volvió a la actividad tras un periodo de silencio en octubre de 2021 que, a su vez, siguió al uso de la variante Delta", avanzan, explicando que "los clientes potenciales pueden ser tanto personas que dieron positivo en la enfermedad, como personas que se niegan a hacerse la prueba o a vacunarse".

"Para estas personas, la alternativa suele ser iniciar una búsqueda en Internet. Entre las víctimas, también puede haber usuarios inocentes que acaban siendo atraídos por dominios fraudulentos o sospechosos, mientras buscan orientación y consejos genuinos", afirman.

Citado en el comunicado, el experto en seguridad de Check Point Software considera que "sin un sistema centralizado de pruebas y certificación de vacunas, es demasiado fácil para los estafadores explotar la situación actual en su beneficio."

"Eso es ciertamente lo que estamos viendo aquí, con algunos grupos fraudulentos que han estado inactivos durante meses resucitando para cosechar lo que puedan del cambiante panorama de la pandemia", dice Liad Mizrachi.