Según el informe, presentado por los investigadores Susana Peralta, Bruno Carvalho y Mariana Esteves, de la Nova School of Business & Economics, una de las facultades de la Universidade Nova de Lisboa, "los niños [de 0 a 17 años] son uno de los grupos de población más vulnerables a las situaciones de pobreza y exclusión social".

"La tasa de riesgo de pobreza entre los niños aumentó entre 2018 y 2019 (del 18,5% al 19,1%). Esto significa que, en 2019, hay más de 330.000 menores pobres en Portugal", reza el informe.

Por otro lado, la pobreza afectó al 25,5% de las familias monoparentales, es decir, a cerca de una cuarta parte de todos los hogares, habiendo disminuido esta cifra en 8,4 puntos porcentuales respecto a 2018, aunque estas familias siguen siendo el tipo de hogar con mayor tasa de riesgo de pobreza.

En cuanto a las carencias de vivienda y alimentación, y ya en relación a 2020, "más de uno de cada cuatro niños vivía en casas con el techo, las paredes, las ventanas y los suelos permeables al agua o están podridos", mientras que el 11% de las viviendas no tenía una calefacción adecuada.

"La incapacidad de comer, al menos cada dos días, una comida de carne, pescado (o equivalente vegetariano), se ha mantenido estable en los últimos tres años, con una ligera mejora en 2020 (del 1,9% al 1,8%)", dicen los investigadores.