Según la fuente, los jóvenes llegaban a Portugal con la promesa de que jugarían en determinados clubes, pero en el fondo sólo tenían la oportunidad de "lucirse" en los entrenamientos.

Los que agradaban se quedaban, los demás eran "abandonados a su suerte".

El sospechoso también habría obtenido pagos de algunos jugadores a cambio de falsas promesas de contratos.

De 47 años y originario de Angola, el sospechoso fue detenido el 27 de enero y está acusado de delitos de ayuda a la inmigración ilegal, fraude cualificado y falsificación de documentos.

Según la fuente del SEF, el sospechoso utilizaba documentos "falsificados", a nombre de algunos clubes, principalmente de los distritos de Braga y Oporto, para facilitar la entrada de jóvenes en Portugal.

Se trata de jóvenes esencialmente de entre 18 y 21 años, pero también habría algunos más jóvenes.

La investigación estaba en marcha desde 2020, habiendo cumplido el jueves 27 de enero dos órdenes de registro, una en el domicilio y otra en una empresa.

"Se incautó documentación que podría corroborar las pruebas ya existentes en el proceso", dice un comunicado del SEF.

El sospechoso fue presentado ante el Juzgado de Instrucción Criminal de Guimarães, que le aplicó las medidas de coerción de presentaciones periódicas semanales en comisaría, prohibición de salir del territorio nacional con entrega de pasaporte al juzgado y prohibición de contactos con otros sospechosos.

El tribunal también fijó la entrega de 5.000 euros como fianza.

La operación fue llevada a cabo por once inspectores del SEF.

Según una fuente del SEF, la investigación continuará.