En declaraciones a Lusa, Ricardo Río dijo que la reorganización de 2013 "estuvo mal hecha" y defendió que hay uniones de parroquias que "inevitablemente se van a deshacer", poniendo como ejemplo Real, Dume y Semelhe.

"Hay movimientos locales que defienden la separación desde el principio, porque hay una rivalidad histórica, concretamente entre Real y Dume", ha dicho.

Por otro lado, añadió que hay otros a los que "no les va a interesar" el fin de la unión.

"No hay ideas prefabricadas. Puede haber la división de las parroquias que se han unido, y eventualmente puede haber otras agregaciones. Es un proceso abierto que será objeto de un amplio debate con los actores locales", añadió.

El alcalde de Braga cree que la reorganización administrativa de la comarca en 2013 estuvo "mal hecha" y culpa al anterior ejecutivo, de mayoría socialista, de haber renunciado a rascar el nuevo mapa, dejando esa carga al "libre albedrío" de la comisión nombrada por el Gobierno.

"Lo que acabó ocurriendo es que algunas de las parroquias más pequeñas se mantuvieron 'independientes', otras grandes se agregaron, otras más se agregaron cuando estaba claro desde el principio que tenían todo para salir mal", critica Ricardo Río.

En 2019 ya se había constituido una comisión para estudiar la nueva reorganización administrativa del municipio, pero entre tanto "entró la pandemia" y, como dice el alcalde, "cambiaron las prioridades".

Entre medias, también hubo dos elecciones, una de ellas para las municipales, que dieron lugar a "nuevos protagonistas" en algunas parroquias.

Braga tiene actualmente 37 parroquias, de las cuales 19 son uniones.

Antes de la reforma de 2013, el número de parroquias ascendía a 62.