"El precio del café, al igual que otros productos, ha subido en los últimos meses. En términos anuales, los precios del café en las bolsas han subido casi un 100%. Esto es el resultado de la preocupación por el suministro y los grandes problemas de transporte en todo el mundo. El cambio climático en curso también está contribuyendo a la aparición de un número cada vez mayor de anomalías climáticas", explica a Lusa Nuno Mello, analista de XTB.

Están en juego, por ejemplo, las sequías persistentes o las "altas amplitudes térmicas", que acaban destruyendo las cosechas, como se vio en Brasil, el mayor productor mundial de café.

Brasil fue objeto de heladas prolongadas, seguidas de sequías, que provocaron la desaparición de muchos cafetos, con caídas de la producción, en comparación con una temporada normal.

A los impactos causados por el transporte, en concreto, con el aumento de los plazos de entrega hasta más de 100 días, "el transporte del café brasileño al resto del mundo se vio afectado, ya que se utilizan los mismos puertos para el envío de soja, azúcar o café", explicó.

Sin embargo, los consumidores portugueses no deberían ver este aumento reflejado en el precio del café, ni siquiera ante el aumento de los costes de los insumos o la sequía.

Nuno Mello también explicó que el precio del café en taza sólo representa entre el 1% y el 2% del valor total, por lo que el aumento anual de los precios de la materia prima "no debería traducirse en fuertes subidas en el producto final".