De hecho, es imposible mencionar la salud mental sin mencionar el sueño. Ambos están estrechamente vinculados en una relación bilateral y en un "efecto bola de nieve".

Esto significa que el sueño influye en el mantenimiento de la salud mental y que la salud mental es un factor clave para un sueño de calidad. Cuando uno de los dos empieza a fallar, el otro inevitablemente también tendrá problemas.

Debido a su capacidad reparadora, adaptativa y de comportamiento, la Organización Mundial de la Salud considera el sueño como una función fisiológica noble por su importancia en nuestra salud general y calidad de vida, incluso en un crecimiento sano y activo, así como en el envejecimiento.

En cuanto a la salud mental, es esencial tener un sueño REM de calidad, ya que es la etapa del sueño en la que soñamos de forma más intensa y vívida. Durante este periodo, el cerebro trabaja para procesar la información emocional, especialmente los recuerdos positivos. Por el contrario, un sueño REM demasiado escaso favorece la consolidación de los recuerdos negativos, lo que a su vez prepara el terreno para los síntomas de las enfermedades mentales.

A medida que avanza la noche, el sueño REM se hace más largo y estable. Por eso es imprescindible que durmamos una cantidad adecuada de horas. Nuestra salud mental lo agradecerá.

Otra situación muy común que provoca trastornos del sueño y, en consecuencia, disfunciones cognitivas y emocionales es la hiperactividad mental ansiosa, que dificulta la conciliación del sueño. Esta condición es una característica clásica de los pacientes que sufren de ansiedad, que no pueden "frenar" sus pensamientos, que pueden ser bastante intrusivos, ya sea como un repaso de las ocurrencias del día anterior o con la agenda del día siguiente.

Estas mentes aceleradas son uno de los factores clave de la dificultad para conciliar el sueño, con un aumento de los despertares nocturnos.

En lo que respecta a la ansiedad, es importante recordar que la ansiedad provoca tanto problemas de sueño como que un sueño deficiente también puede provocar ansiedad.

En este contexto y debido a la importancia que el sueño puede tener en la salud mental y emocional, la Asociación Americana de Ansiedad y Depresión advierte que las alteraciones del sueño están presentes en casi todos los trastornos psiquiátricos y también que las personas con insomnio crónico tienen mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad, advirtiendo además que cuidar la salud mental es cuidar el sueño y cuidar el sueño es cuidar la salud mental.

También sabemos que la calidad del sueño interfiere en la homeostasis del sistema inmunitario, la regulación hormonal, el metabolismo e incluso el sistema cardiovascular.

La falta de sueño es peligrosa para la salud. Unas pocas horas de sueño por noche tienen un efecto permanente en nuestro cuerpo, incluso si dormimos poco en una sola noche.

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