En el documento, que está en consulta pública desde el jueves, la meta es una tasa de 315 muertes prematuras, menores de 75 años, por cada 100.000 habitantes por todas las causas de muerte.

En cuanto a las enfermedades del sistema circulatorio, el objetivo es reducir la tasa de mortalidad a 246,5 por cada 100.000 habitantes, valor que en 2019 se situó en 324,9, según el proyecto estadístico Pordata.

En cuanto a los tumores de todo tipo, la meta fijada para finales de esta década es reducir la mortalidad a 242,4 por cada 100.000 habitantes, cifra que en 2019 se situó en 276,7.

En diabetes, el objetivo para 2030 es de 25,6 muertes por cada 100.000 habitantes, cifra que en 2019 alcanzó los 37,3, según Pordata.

En cuanto a la mortalidad neonatal, la meta es llegar al periodo 2028-2030 con una tasa de 1,1 por cada 1.000 nacidos vivos, lo que implicaría una reducción de seis décimas respecto al valor de 1,7 verificado en 2020.

En mortalidad infantil, la meta es llegar a 2028-2030 con una tasa igual o inferior a 2,5 por cada 1.000 nacidos vivos.

Metas

El Gobierno señala en el Plan de Salud que estas metas se calculan "en base al promedio de los países con mejores resultados".

También se fijan metas para que el número de casos de transmisión de sarampión sea cero y el número de casos de sífilis congénita, tétanos neonatal y rubeola congénita "tienda a ser cero".

En cuanto a la mortalidad prematura, por debajo de los 75 años, el objetivo es que la tasa global sea de 315 por cada 100.000 habitantes (458 para los hombres y 196,4 para las mujeres).

En las enfermedades del sistema respiratorio, el objetivo es bajar la tasa de mortalidad a 98,6 por 100.000 habitantes o menos, indicador que en 2019 se situó en 118,8.

En cuanto al cáncer de mama en mujeres, se prevé una tasa de mortalidad de 25,1 por 100.000 en 2030, lo que supone una reducción de la tasa de 28 por 100.000 prevista por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo para 2020.