En un comunicado, FEPONS afirma que "las altas temperaturas han provocado varios rescates y muertes por ahogamiento en todo el país".

Según los datos del Observatorio de Ahogamientos de FEPONS, "29 personas han muerto en el medio acuático en Portugal desde principios de año", lo que corresponde, según la misma fuente, "al peor registro de los últimos cuatro años".

"En un momento en el que todavía no hay asistencia para los bañistas en las playas portuguesas, ya que todavía no estamos en la temporada de baño, la afluencia de bañistas a las playas conlleva un alto riesgo de ahogamiento", reza el comunicado.

FEPONS argumenta que "aunque la legislación no lo exija, ya que la asistencia a los bañistas es competencia de los ayuntamientos, éstos deben ser más sensibles a la zona".

La federación sugiere la creación de "dispositivos de seguridad en las playas", recordando que Portugal es un país de turismo.

"No hay peor publicidad que alguien muera o tenga que ser salvado en una playa sin vigilancia, cuando el marketing territorial vende estos espacios como lugares seguros", concluyen.