La Comisión Europea quiere que el proceso digital de concesión de visados para entrar en el espacio Schengen esté plenamente operativo en 2031, como medida para facilitar la entrada en la Unión Europea (UE) y reforzar la seguridad en el espacio de libre circulación.

La digitalización de los visados de entrada al espacio Schengen, incluida en el Nuevo Pacto de Migración y Asilo, pretende hacer el proceso menos burocrático y costoso para los Estados miembros y los solicitantes, además de reforzar la seguridad en este ámbito.

Proceso en línea

Según ha informado el Ejecutivo comunitario, los solicitantes de visado podrán así pedir la autorización de entrada en línea y realizar el pago a través de una plataforma única de la UE, independientemente del país de destino. La futura plataforma determinará automáticamente qué país Schengen es responsable de revisar la solicitud de visado, sobre todo si la solicitud incluye varios países.

La propuesta deberá ser aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, y la Comisión Europea espera que la futura plataforma pueda empezar a desarrollarse en 2024 y estar operativa en 2026, con un periodo de transición de cinco años, lo que implica que hasta 2031 no podrá ser utilizada por todos los Estados miembros.

Avanzar como uno solo

"Hoy llevamos la política de visados de la UE a la era digital", dijo el comisario europeo para la Promoción del Estilo de Vida Europeo, Margaritis Schinas, "con algunos Estados miembros que ya se han pasado a la tecnología digital, es vital que el espacio Schengen avance ahora como uno solo", dijo en una rueda de prensa.

Por su parte, la comisaria de Asuntos de Interior, Ylva Johnson, añadió que "un proceso de visado moderno es crucial para facilitar los viajes a la UE, ya sea por turismo o por negocios". La comisaria también subrayó que "ya es hora de que haya una plataforma de solicitud de visados en línea rápida y segura para los ciudadanos de 102 países que solicitan permisos de corta duración para viajar a la UE".

El Espacio Schengen garantiza la libertad de circulación en un territorio que abarca 26 países (22 de los cuales son Estados miembros de la UE, incluido Portugal) con más de 400 millones de ciudadanos.