El fin de la mascarilla obligatoria en lugares como las escuelas, los supermercados o los centros comerciales ya se empieza a notar, según las cuentas de Henrique Oliveira, profesor del Instituto Superior Técnico, que ha revelado a CNN Portugal los últimos datos sobre el Covid-19 en Portugal.

"Vamos a tener un aumento de casos. El efecto [de la retirada] de las máscaras se está notando. Todavía es leve, pero es probable que los casos suban", afirma.

La previsión es, por tanto, que en los próximos días se pueda volver a alcanzar la barrera de los 15.000 casos diarios, algo que, según Henrique Oliveira, sólo ocurrirá si se siguen realizando pruebas de forma regular, algo que no siempre ha ocurrido.

"Tal vez no veamos eso, porque, como las pruebas ya no son gratuitas en las farmacias, la gente dejará de recurrir tanto a las pruebas", dijo.

Si estas previsiones se confirman, supondría un aumento de casi el doble de casos, en comparación con el último informe de la Dirección General de Salud (DGS), que mostraba 57.267 casos del 19 al 25 de abril, una media diaria de 8.181 casos.

La estimación de Henrique Oliveira es que el número de casos aumentará en las próximas dos o tres semanas, pero luego se espera un descenso.

"No hay apocalipsis"

"Después de dos, tres semanas, nuestros modelos nos dicen que, a pesar de haberse quitado la máscara, ese ascenso se invertirá y empezaremos a ver un descenso que se acentuará en junio y julio. No se avecina ningún apocalipsis", afirma.

Aun así, el profesor recuerda que este escenario se dibuja sin tener en cuenta la posibilidad de que aparezca una nueva variante, que a nivel estadístico ha aparecido cada cuatro meses.

Henrique Oliveira concluye que las previsiones apuntan a "un verano tranquilo", entre otras cosas porque sólo un tercio de las muertes registradas actualmente por el Covid-19 se deben realmente a la enfermedad. Los demás se refieren a casos de personas que tenían otra causa de muerte pero que dieron positivo antes de morir. El hecho de que el número de muertes sea relativamente bajo y de que Portugal tenga una elevada cobertura de vacunación hace más fácil afrontar un posible nuevo pico.