Los cuatro casos sospechosos fueron identificados en las regiones sanitarias del Norte, Centro y Lisboa y Valle del Tajo y todos dieron negativo en las pruebas de hepatitis A, B y C y en el virus del SARS-CoV-2, estando pendientes los resultados de la hepatitis E en dos situaciones, revela la DGS en un comunicado.

Según la autoridad sanitaria, uno de los casos ya ha dado positivo en adenovirus, y la muestra ha sido enviada para su secuenciación al Instituto Nacional de Salud Dr. Ricardo Jorge.

"Los niños tuvieron síntomas en abril y fueron hospitalizados, pero ninguno tuvo complicaciones graves, habiéndose recuperado del cuadro clínico", dice la autoridad sanitaria, subrayando que se están investigando factores epidemiológicos como los viajes o las conexiones entre los casos, en colaboración con el Ministerio de Sanidad y el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).

En el contexto del brote internacional, la DGS creó un "grupo de trabajo" en el que participan especialistas de la Sociedad Portuguesa de Pediatría (SPP).

El 15 de abril, la Organización Mundial de la Salud emitió una alerta sobre el aumento del número de casos de hepatitis aguda grave en niños sanos.

Hasta ahora, el mayor número de casos se ha producido en Europa, especialmente en el Reino Unido, y fueron más frecuentes en niños de entre 3 y 5 años de edad.