El plan comenzó en 2015, cuando los estrategas de la empresa norteamericana empresa norteamericana se dieron cuenta de que podían beneficiarse de los actos de violencia contra conductores de Uber, ganándose la simpatía de la opinión pública, revela la investigación Uber Files investigación, realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas Periodistas de Investigación (ICIJ).

La investigación revelada hoy cita a uno de los de la empresa, Christian Samoilovich, en un mensaje enviado a un colega en marzo de este año, en el que reconoce que Uber podría utilizar la violencia contra los conductores de la empresa a su favor, después de que una asesora de la Comisión Europea escribiera en Facebook que un Uber en el que había viajado había sido agredido por los taxistas.

Esa semana, cuatro conductores de Uber fueron atacados en la misma noche por taxistas en los Países Bajos que protestaban contra los beneficios que disfrutaba la empresa estadounidense, lo que llevó a Niek van Leeuwen, responsable de la organización de la organización para esa región europea, a denunciar la situación al entonces consejero delegado Travis Kalanick.

"La narrativa de la violencia"

Con el visto bueno de la dirección general de la compañía, Leeuwen hizo llegar su reacción de indignación ante estos casos a los medios de comunicación holandeses, alimentando el caso en los medios y haciendo un informe interno en el que aconsejaba: "Tenemos que mantener esta narrativa de la violencia".

A partir de ahí, Uber empezó a aconsejar a los conductores que se enfrentaran a violencia de los taxistas, recordándoles que era la mejor manera de proteger los intereses de la empresa para la que trabajaban.

Kalanick aparece en varios mensajes defendiendo que los conductores de Uber que los conductores de Uber se enfrenten a los taxistas, incluso a pesar del riesgo de ser agredidos, aconsejando que se mantenga "la narrativa de la violencia".

Fuera de contexto

Un portavoz del ex CEO dijo al consorcio de periodistas que estas declaraciones están fuera de contexto y que Kalanick nunca quiso poner en riesgo la vida de los conductores de Uber, pero los actuales responsables de la compañía estaban indignados por estas prácticas.

El ejemplo de Portugal

Uno de los ejemplos presentados por la investigación del ICIJ - citado por The Washington Post, uno de los medios colaboradores en esta investigación- ocurrió en Portugal, en 2015, cuando los taxistas cometieron "actos de violencia" contra conductores de Uber en varias ocasiones, causando lesiones y llevando a uno de ellos a ser hospitalizado.

La impugnación del servicio Uber en Portugal, y la falta de regulación de su actividad, subió de tono a lo largo del primer semestre de 2015, culminando, a finales de junio, con la confirmación de un requerimiento presentado por la Asociación Nacional de Transportistas por Carretera en Automóviles Ligeros (ANTRAL), ante el Tribunal Central de Lisboa, para la suspensión de la actividad de la plataforma tecnológica.

Las acciones de los taxistas portugueses se sucedieron a lo largo del segundo trimestre y volvieron a cobrar fuerza en septiembre y octubre, con manifestaciones que se celebraron simultáneamente en Lisboa, Oporto y Faro.

En ese momento, Portugal estaba en vísperas de las elecciones legislativas elecciones legislativas, que llevaron al cambio de gobierno.

La regulación de las plataformas tecnológicas de transporte de pasajeros transporte de pasajeros entraría en vigor en 2018.

Según The Washington Post, que sitúa la acción en julio de 2015, Rui Bento, por entonces director de Uber en Portugal, aparece citado en un "correo electrónico" a sus colegas diciendo que la empresa estaba "considerando" presentar la información sobre los ataques y las lesiones a los medios de comunicación locales, en un momento en que ANTRAL, la mayor asociación de taxistas de taxistas en Portugal, buscaba contrarrestar la estrategia de expansión de Uber.

En la versión de Rui Bento, en los mensajes, la idea detrás de la difusión de información sobre los ataques de los taxistas contra los conductores de Uber de los taxistas contra los conductores de Uber era "crear un vínculo directo entre las declaraciones públicas de violencia del presidente de ANTRAL (Florêncio Almeida) y estas acciones, para degradar su imagen pública".

En respuesta a este mensaje de Rui Bento, Yuri Fernández gerente de comunicación de Uber, propuso investigar el pasado de Florêncio Almeida: "Para ver si tenemos algo 'sexy' para los 'medios'", según los documentos citados por la investigación.

El Washington Post dice que Bento y Fernández no respondieron a las solicitudes de comentarios sobre este caso.