Según un informe del Jornal de Notícias: "TAP se enfrenta a
dificultades por dos razones principales: el sistema de navegación del aeropuerto de Lisboa
[que está lleno] y los problemas de handling. No tenemos las mismas limitaciones
en Oporto porque el aeropuerto es muy diferente", dijo el directivo francés.
Aun así, subrayó que han estado trabajando con todo el mundo para solucionar el
problema y que NAV, que gestiona el tráfico aéreo, está intentando negociar un nuevo
acuerdo con el Ministerio de Defensa.
Por último, Christine Ourmières-Widener admitió que el
número de vuelos cancelados tendrá un impacto en las cuentas de TAP, y también
en "la reputación, la imagen y la fidelidad de los clientes".