Se crió en el castillo del infante Juan. En 1447 fue dama de compañía de la infanta Isabel y se fue con ella a Castilla. Isabel iba a casarse con el rey Juan II. Aunque Isabel y Beatriz eran amigas, Isabel se puso celosa de su belleza y la hizo encerrar. Cuando Beatriz fue encarcelada tuvo una visión que le decía que debía fundar una nueva orden dedicada a la Madre de Dios.


Beatriz logró escapar de su celda y pasó los siguientes 37 años viviendo en el monasterio dominicano de Toledo, aunque nunca llegó a ser miembro de la orden.

En 1484, la reina Isabel les dio a Beatriz y a sus compañeras un palacio en Toledo. Este nuevo monasterio de Toledo debía estar dedicado a honrar a la Inmaculada Concepción de María y Beatriz ideó un hábito religioso de color blanco con manto azul.

Beatriz murió en el monasterio que fundó en agosto de 1492. Su fiesta es el 17 de agosto y es la patrona de los presos.