Según un informe de CNN Portugal, sólo un mes después de su entrada en vigor, los 41 radares de velocidad de Lisboa han generado al menos 5,1 millones de euros en multas.

Los datos del Ayuntamiento de Lisboa (CML), en los primeros 30 días de funcionamiento (entre el 1 y el 30 de junio), revelaron que los equipos de control de velocidad registraron 38.018 infracciones. Lo que representa una media de 1.267 infracciones de velocidad por día en las calles de la capital.

Del total de infracciones, añade el ayuntamiento, 34.745 fueron consideradas graves y 3.246 muy graves.

Según el abogado Sérgio Azevedo, experto en la materia, las infracciones graves por exceso de velocidad son siempre de entre 120 y 600 euros de multa, con una pena accesoria de inhabilitación para conducir de entre un mes y un año. En el ámbito de las ciudades, esto ocurre siempre que se circule a una velocidad entre 20 y 40 km/h superior a la permitida.

Quien circule a una velocidad entre 40 y 60 km/h por encima del límite legal, explica el abogado, recibirá una infracción administrativa muy grave y tendrá siempre una sanción de inhabilitación para conducir de dos meses a dos años. Esta sanción se suma a una multa que oscila entre los 300 y los 1.500 euros.

A la vista de estos valores, y teniendo en cuenta el valor mínimo, esto supone que las multas en 30 días ascienden a 5,1 millones de euros: 4,1 millones por las infracciones graves y 973 mil en las muy graves. Esto se basa en los valores más bajos para cada tipo de multa: 120 euros para los sorprendidos en infracciones graves y 300 para los detectados por los radares en situaciones muy graves. Es decir, que el valor real del total de las multas puede ser aún mucho mayor.

Sin embargo, el ayuntamiento no quiso adelantar los importes totales de las multas, subrayando que algunas de las infracciones pueden afectar a las ambulancias u otros vehículos de emergencia, como la policía.