Según un informe de Expresso, el estudio descubrió que en esta oleada la mortalidad era un 60% mayor en las unidades sin aire acondicionado, por lo que se recomendó la instalación de sistemas de aire acondicionado en los servicios de hospitalización.

Pero, 20 años después, hay hospitales que siguen sin aire acondicionado, como es el caso de Neonatología del Hospital de Faro, donde los padres temen por sus bebés.

También en el Centro Hospitalar Tondela-Viseu, varios servicios siguen sin aire acondicionado y durante la última ola de calor hubo pacientes que se sintieron mal y que tuvieron "complicaciones clínicas provocadas por la subida brusca de las temperaturas".

En esta unidad, la ventilación se realiza con ventiladores o "equipos portátiles", e incluso hay profesionales que llevan aparatos domésticos para tratar de garantizar una mejor climatización.

Un problema continuo

Según el presidente de la Asociación Portuguesa de Administradores de Hospitales, Xavier Barreto, en declaraciones a Expresso, "algunos hospitales tienen problemas estructurales de climatización porque fueron construidos hace muchos años. Para las nuevas construcciones, la ley establece que debe haber un sistema de aire acondicionado, pero para los antiguos, que son la mayoría, no hay aire acondicionado ya que no era obligatorio cuando se construyeron".

Por su parte, Ana Fernandes, de la Asociación Portuguesa de Ingenieros del Frío y la Climatización, la climatización central, obligatoria en los hospitales construidos a partir de 2008, es a menudo ineficiente, como ocurre en el Servicio de Urgencias del Hospital de São José, en Lisboa.

En las viviendas, la situación es más grave, ya que las recomendaciones de la Administración Central de Sistemas de Salud (ACSS) para las unidades sanitarias "dejan fuera a las Estructuras Residenciales para Ancianos" y sólo exigen la existencia de aire acondicionado en la concesión de nuevas unidades "cuando no se garantizan todas las condiciones de ventilación y desahogo de los espacios".

440 muertes en un día

Según los cálculos de CNN Portugal, entre el 9 y el 15 de julio de 2021, el país registró 1.990 muertes, un número que se disparó un 33% hasta llegar a 2.644 en el mismo periodo de 2022, el valor más alto desde que se iniciaron los registros oficiales (2009).

De hecho, en el transcurso de cuatro días, Portugal alcanzó la máxima mortalidad para esta época del año y el pico se produjo el 14 de julio con 440 muertes en un solo día.

Rui Nogueira, ex presidente de la Asociación Portuguesa de Medicina General y de Familia, explica que las olas de calor, y especialmente las que duran varios días, son especialmente preocupantes para quienes tienen problemas cardíacos, respiratorios y de hipertensión.

"Las temperaturas superiores a 35 grados ya son difíciles para los ancianos y los enfermos, pero por encima de 40 grados, como hemos visto, es abrumador", concluye el médico.