Un estudio de la Universidad de Maastricht ha revelado nuevos datos sobre la relación entre la dieta y el cáncer de vejiga.

La investigación, financiada por el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, descubrió que consumir demasiadas grasas saturadas y animales aumentaba el riesgo de cáncer de vejiga en los hombres en un 37%, mientras que las mujeres que consumían ácidos grasos monoinsaturados y aceites vegetales (como el de oliva, coco y sésamo) disminuían el riesgo de padecer la enfermedad en un 27%.

Los expertos analizaron los datos de 11 estudios sobre la ingesta de grasas relacionados con 2.731 casos de cáncer de vejiga y 544.452 casos sin cáncer de vejiga.

Las grasas saturadas se encuentran en alimentos como los cortes grasos de carne, los embutidos y los pasteles, la mantequilla, el queso, el chocolate, las galletas, los pasteles y la bollería, alimentos que deben consumirse con moderación como parte de una dieta saludable.

La investigadora principal, la Dra. Anke Wesselius, comentó: "Estos resultados sugieren que la calidad de la grasa consumida tiene un impacto en la probabilidad de desarrollar cáncer de vejiga, y los hombres podrían ver un beneficio en la reducción de los niveles de grasas animales en sus dietas".

A la luz de la nueva investigación, he aquí las principales causas, síntomas y tratamientos del cáncer de vejiga.

¿Qué es el cáncer de vejiga?

"El cáncer de vejiga está causado por cambios en las células del interior de la vejiga", explica la Dra. Bryony Henderson.

Existen dos tipos principales. En el caso del cáncer de vejiga de células transicionales (también conocido como carcinoma urotelial), "las células que recubren la pared de la vejiga pueden entrar en contacto con productos de desecho que pueden provocar cáncer, como el humo del cigarrillo", explica.

"En el caso del cáncer de vejiga de células escamosas, estos tumores se extienden a través de la capa muscular o la pared de la vejiga a otras partes del cuerpo".

¿Quién corre más riesgo?

El cáncer de vejiga puede afectar a cualquier persona, pero lo más frecuente es que se dé en personas mayores de 55 años, y los hombres tienen tres veces más probabilidades de ser diagnosticados que las mujeres.

Algunas condiciones médicas están relacionadas con la enfermedad, explica Henderson: "Las personas con diabetes de tipo 2, las que han padecido infecciones repetidas de la vejiga o cálculos vesicales, las que tienen una parálisis de los nervios de la vejiga como consecuencia de tener un tubo llamado catéter insertado a largo plazo, y los pacientes que han padecido una rara infección llamada esquistosomiasis [tienen más riesgo]".

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de vejiga?

"Los síntomas habituales del cáncer de vejiga son sangre en la orina, orina de color oscuro, necesidad de orinar con frecuencia y urgencia, dolor o sensación de ardor al orinar y dolor en la parte baja del vientre", explica Henderson.

Además, hay que investigar "el dolor en la pelvis, el dolor en los huesos, la pérdida de peso o la hinchazón de las piernas", así como la sensación de cansancio o malestar inusual.


¿Cómo se diagnostica?

En la primera consulta, el médico de cabecera puede sugerir una microscopía de orina, en la que se analiza una muestra de orina para detectar células sanguíneas o infecciones bajo el microscopio.

"Se puede sugerir que se le remita a un especialista", dice Henderson. "Si se sospecha de cáncer, se solicitará con urgencia".

Un especialista puede entonces sugerir una cistoscopia, o una tomografía computarizada o una resonancia magnética si se necesita una mirada más cercana.

"La cistoscopia consiste en pasar un tubo fino y flexible con una cámara en un extremo por la uretra (el conducto que transporta la orina fuera del cuerpo) y la vejiga para comprobar si hay células cancerosas", explica Henderson. "El médico también puede tomar una pequeña muestra de la vejiga para analizarla (lo que se denomina biopsia), o incluso extirpar un tumor superficial si se encuentra alguno".

¿Cómo se trata el cáncer de vejiga?

Si se le diagnostica un cáncer de vejiga, un equipo multidisciplinar trabajará conjuntamente para atenderle.

"El tratamiento que reciba dependerá del tipo de cáncer de vejiga que tenga", dice Henderson. "Las opciones de tratamiento pueden incluir la extirpación del tumor mediante un citoscopio que se introduce en la vejiga o la cirugía de cistectomía para extirpar la vejiga".

También puede recomendarse un tratamiento de quimioterapia o radioterapia: "La quimioterapia consiste en introducir en la vejiga, a través de una sonda, un medicamento especial para eliminar las células cancerosas. La radioterapia consiste en dirigir haces de radiación de alta energía a los tumores de cáncer de vejiga para eliminar las células cancerosas".

En cuanto al pronóstico de los pacientes con cáncer de vejiga, Henderson afirma: "Su médico podrá aconsejarle sobre el pronóstico a largo plazo, ya que depende del estadio de su cáncer. Por eso es tan importante detectar cualquier tumor a tiempo para poder iniciar el tratamiento".