Según el Ministerio de Administración Interna (MAI), los sistemas de videovigilancia (VV) cubren actualmente cerca del 55% de Portugal continental, lo que corresponde a una superficie estimada de 5.000.000 de hectáreas, abarcando partes de los distritos de Aveiro, Braganza, Setúbal, Castelo Branco, Coimbra, Faro, Guarda, Leiria, Lisboa, Oporto, Santarém, Setúbal y Viseu.

El MAI afirma que estos equipos de VV "son una de las herramientas que forman parte del sistema de vigilancia fija", complementando la Red Nacional de Puestos de Vigilancia (RNPV) de la GNR que existe en todo el país.

Según la ley citada por el MAI, los sistemas de videovigilancia forestal comprenden "los medios del Estado, de las entidades metropolitanas o intermunicipales, de los municipios, de las parroquias y de otras entidades privadas que tengan medios propios instalados en propiedades privadas".

El Ministerio supervisado por José Luís Carneiro explica que el uso de las cámaras de VV en el bosque se lleva a cabo desde hace varios años y se instalan "en lugares estratégicos para cubrir las zonas de 'sombra' entre los diferentes puestos de vigilancia".