Si un europeo consume, de media, 20 kilos de pescado y marisco al año, un consumidor portugués come tres veces más, es decir, 60 kilos al año. Sin embargo, este consumo exagerado puede tener impactos no sólo en los océanos, sino en los cambios climáticos.

En Portugal, más de 200 especies diferentes de pescado pasan por las subastas de pescado del país. Sin embargo, el 90% del consumo se centra en cinco tipos de pescado: atún, sardina, merluza, sepia/calamar/ pulpo y, el más consumido de todos, el bacalao.

Sin embargo, "recomendamos a la población que reduzca su consumo de pescado", especialmente en lo que se refiere a las gambas y las cigalas. Aunque estas especies representan "cierto peso económico" para los pescadores, su pesca es "altamente destructiva". En el proceso, "gran parte del carbono que absorben estos ecosistemas de aguas profundas acaba siendo liberado con estas redes", explica a CNN Portugal Nicolas Blanc, biólogo marino y colaborador de Sciaena.

Diversificar las especies que comemos

Nicolas Blanc subraya también que es importante informar a la gente sobre las especies que quizá nunca hayan comido, pero que se pescan en nuestras costas. "En lugar de consumir cosas que pueden proceder de la acuicultura de otros países, o capturadas en otras aguas -a menudo en zonas sobreexplotadas o de pesca ilegal-, podemos hacer una contribución a nuestros pescadores locales".

Por otro lado, hay que evitar los grandes depredadores y las especies que se encuentran en una situación preocupante, como el atún, el bacalao, la merluza, los tiburones, las rayas y el salmón. De hecho, Portugal es el segundo exportador de carne de tiburón.

Sin embargo, aunque diversifiquemos las especies que consumimos, es realmente necesario reducir el número de veces que acudimos a la pescadería, dice el experto, que incluso llama a reducir el consumo de pescado, añadiendo que hay que comer más a base de plantas.

"No estamos diciendo a la gente que deje de comer pescado por completo, pero es necesario reducir y pensar en alternativas basadas en plantas para que tengamos menos proteína animal en nuestra dieta en general. Forma parte de nuestras tradiciones y cultura y no va a desaparecer, pero podemos hacer cambios", dijo Nicolas Blanc.

La pesca puede perjudicar al planeta

Según Nicolas Blanc, "la pesca de arrastre de fondo revuelve el fondo marino -literalmente-, por lo que gran parte del carbono que absorben estos ecosistemas acaba siendo liberado por estas redes".

Este tipo de pesca destructiva puede contribuir al cambio climático. "Aquí hay casi un ciclo: los océanos consumen grandes cantidades del carbono producido por los humanos y eso ayuda a que no haya tanto carbono en la atmósfera", dijo a CNN Portugal.

Además, "un incendio en Portugal tendrá consecuencias no sólo para el mar portugués, sino también para el mar mundial", dijo Nicolas Blanc a CNN. "Es extremadamente importante establecer el vínculo entre los océanos y el clima, porque estos cambios climáticos que estamos experimentando pueden ser mitigados de alguna manera para preservar los océanos", añadió.

Nicolas lamenta que Portugal no sea diferente de muchos otros países: "Tenemos mucha capacidad para hacerlo mejor. En Portugal dependemos mucho del mar y hay hábitats que son muy importantes para el desarrollo de especies comerciales que nuestros pescadores y consumidores en Portugal querrán tener en la mesa".

Compromisos de Portugal

En la Conferencia de los Océanos, Portugal se comprometió a que el 100% de las poblaciones de peces que se pescan en nuestras aguas estén dentro de los límites sostenibles para 2030, lo que significa que para cualquier población de peces hay un nivel máximo de pesca establecido para garantizar que la población siga reproduciéndose sin cambios significativos, porque "algunas especies que pescamos en Portugal están en declive y están al borde de la extinción".

"La cuestión es cómo llegar hasta ahí", señala Nicolas Blanc. Sin embargo, el biólogo recuerda que para tener éxito en nuestro objetivo, Portugal aún debe estudiar algunas especies de peces, como, por ejemplo, la caballa, que aunque se pesca mucho, es poco conocida.

"Para cumplir este compromiso, debemos tener primero ese conocimiento".