¿Cómo puede el programa Golden Visa ser una herramienta para el crecimiento y la expansión de las empresas portuguesas en el extranjero?

Una cosa que puede sorprender al lector es empezar por recordar que el programa de residencia por inversión portugués (el llamado Golden Visa) tiene, desde hace varios años, ocho opciones de inversión diferentes.

Esencialmente, sólo las opciones relacionadas con el sector inmobiliario y la inversión en fondos de inversión se han beneficiado de la promoción transfronteriza en detrimento de la mayoría de las demás opciones. En consecuencia, después de 10 años de programa con 10.903 permisos de residencia concedidos a inversores de más de 60 países diferentes, encontramos que 10.091 de estos permisos se concedieron en el ámbito de la inversión inmobiliaria.

Sin perjuicio de un análisis más profundo, de entradacreemos que la razón está relacionada con la inercia del gobierno portugués a la hora de dar a conocer el programa o incluso debido a la falta de incentivo para su promoción en el exterior, olvidando que fue creado por ellos en 2012 con un objetivo principal - atraer la inversión extranjera, con el objetivo de recuperarse del profundo impacto de la crisis económica y financiera de 2008, que, también hay que recordar, llevó a la necesidad de que Portugal recurriera a la ayuda financiera externa, dando lugar a la tercera intervención de TROIKA en el país.

En 2022, después de dos años de pandemia (cuyos efectos económicos se prolongarán en el tiempo), frente a una guerra en curso en Europa del Este (con un impacto directo en la dinámica social y económica mundial) y una escalada de las tensiones en las relaciones entre Asia y América, no es el momento de que Europa, o Portugal, ignoren los instrumentos que han demostrado tener un impacto positivo en la economía y, en particular, en la vida cotidiana de las personas.

Entonces, ¿se puede utilizar el Golden Visa como herramienta para el crecimiento y la internacionalización de las empresas?

Sin perjuicio de la opción más popular, a través de la cual el inversor realiza una inversión de 500.000 euros en un fondo de inversión portugués dedicado a la capitalización de empresas, adquiriendo las respectivas participaciones y delegando en una sociedad gestora autorizada la búsqueda de oportunidades de inversión, la negociación y la gestión, existe otra opción a la que el sector empresarial portugués puede recurrir: la inversión de 500.000 euros para reforzar el capital social de una sociedad mercantil con sede en Portugal, ya establecida, con creación o mantenimiento de puestos de trabajo, con un mínimo de cinco permanentes, y por un período mínimo de tres años.

Esta opción, legalmente prevista en la ley que regula este programa, cuenta, hasta la fecha, con 6 procesos ya concluidos con éxito, es decir, 6 empresas portuguesas que ya se han beneficiado del capital y del know-how de un inversor-socio extranjero que contribuyó al refuerzo de sus capacidades comerciales en un mercado cada vez más globalizado y competitivo.

Según las últimas estadísticas disponibles (PORDATA), en Portugal hay alrededor de 1.317.000 empresas, de las cuales sólo unas 1.300 son consideradas "grandes empresas" (empresas con más de 250 trabajadores activos y un volumen de negocios superior a 50 millones de euros al año). Por el contrario, las microempresas (menos de 10 trabajadores) representan el 96% del sector portugués, el 40% de los puestos de trabajo y alrededor del 20% del PIB. Incomprensiblemente, es también el segmento empresarial con menos acceso a medidas de incentivo o apoyo directo y con más dificultades para aumentar la escala empresarial por falta de recursos, apoyo o conocimientos en materia de gestión y mercado internacional, recordando aquí que, según el estudio más reciente de la Fundación Francisco Manuel dos Santos, sólo un tercio de los directivos tiene formación superior.

Otro dato curioso es que en el tejido empresarial portugués hay cerca de 400 empresas centenarias, de las cuales el 66% son también microempresas (datos de Informa D&B).

Con la situación privilegiada que ofrece Portugal a nivel geopolítico, el acceso a los recursos naturales, la estabilidad política y social, los altos niveles de seguridad y la calidad de vida, es hora de dejar a un lado los prejuicios sobre este programa, revisar lo que hay que revisar (concretamente en cuanto a la tramitación, la transparencia y el impacto fiscal en general) y crear mecanismos de difusión y oportunidades accesibles de negocio cruzado entre los inversores internacionales y los empresarios portugueses con el fin de generar riqueza, desarrollo económico y social y crear puestos de trabajo bien remunerados a través de procesos de inversión eficaces, inmediatos y no burocráticos.

¿Funcionará esto? Bueno, ciertamente no es una coincidencia que la autonomía financiera de las empresas portuguesas haya aumentado un 40,3% en el cuarto trimestre de 2021 (según el cálculo realizado por el Banco de Portugal), y el crecimiento exponencial que se produjo desde 2020 en la adquisición, por parte de inversores extranjeros, de unidades de participación en fondos de inversión portugueses que fueron capaces de reunir importantes volúmenes de capital destinados exclusivamente a la capitalización de empresas, en el marco del programa Golden Visa.

Sara Sousa Rebolo
Socia de
Caiado Guerreiro

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