Contactada por Lusa, la empresa pide a los consumidores que compraron el plato que lo devuelvan y dice que "ha retirado el producto de todos sus mercados, incluido Portugal". Primark llegó a la conclusión de que el producto en cuestión tiene trazas de plomo y formaldehído "por encima de las permitidas" en la Unión Europea y "puede presentar riesgos si se ingiere".

La empresa hace un llamamiento a quienes hayan comprado el plato para que lo devuelvan a una tienda Primark y reciban el reembolso íntegro. "Los consumidores no tendrán que mostrar ninguna prueba de que compraron el producto ni un recibo para recibir el reembolso", dijo la empresa.