Durante una inspección en el puerto pesquero de Matosinhos, se verificó que una embarcación pesquera, que se encontraba en situación de avería mecánica y atracada en otro puerto pesquero, había presentado un pescado para su venta en una subasta, sin haberlo capturado realmente.

Se identificó a un hombre de 66 años y se levantó un acta por superar los límites de captura legalmente establecidos por el total de capturas y cuotas permitidas, siendo esta infracción sancionada con una multa máxima de 37.500 euros.

El pescado fue decomisado y vendido en subasta, quedando el valor de la venta a disposición del proceso.

La gestión de la cuota de anchoa asignada a Portugal se asegura a través de medidas dirigidas a la gestión sostenible de los recursos marinos, implicando la participación y el seguimiento de las asociaciones y organizaciones de productores representativas del sector, respetando los dictámenes científicos y garantizando una pesca que contribuya a mejorar los ingresos de la actividad con niveles de explotación biológicamente sostenibles.