España y Portugal cuentan con grandes capacidades de importación de gas a través de sus terminales de gas natural licuado (GNL), que podrían utilizarse para abastecer a Europa central con conexiones de gasoductos adicionales, como la prevista para cruzar los Pirineos entre España y Francia, apodada Midcat.

Sin embargo, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo el lunes que se oponía al proyecto Midcat, argumentando que la capacidad de los dos gasoductos existentes que cruzan los Pirineos estaba infrautilizada y los flujos de gas iban principalmente en dirección a España.

Según Reuters, el ministro portugués de Medio Ambiente, Duarte Cordeiro, dijo que "se trata de un asunto europeo, no de una cuestión bilateral entre países", y añadió que era crucial encontrar soluciones.

"Somos un poco agnósticos sobre las soluciones... si la solución es con Francia o si es con Italia. Pero hay que encontrar soluciones y será la solución que sea posible", dijo a los periodistas.

Cordeiro dijo que Portugal ya había hablado con el gobierno italiano sobre un gasoducto mucho más largo que conecte la red española con la italiana a través del Mediterráneo.

El mes pasado, el Canciller alemán Olaf Scholz abogó por la construcción de un gasoducto desde Portugal, a través de España y Francia, hasta el centro de Europa, con el fin de que ésta deje de depender de la energía rusa.