Este fue uno de los puntos centrales de la intervención de António Costa en el mitin político del PS en Leiria, en un largo discurso en el que quiso destacar las consecuencias de la guerra entre Ucrania y Rusia, especialmente en el ámbito de la energía, y en el que también dejó varias críticas al alcance de las propuestas presentadas por el PSD.

"Ahora mismo, el gran adversario que tenemos, la gran dificultad a la que se enfrentan todas las familias y todas las empresas, se llama inflación. La inflación ya no es sólo una nota a pie de página en cualquier discurso, es el problema central", declaró el líder socialista y Primer Ministro.

António Costa continuó diciendo que en los últimos 20 años la inflación siempre estuvo por debajo del dos por ciento y que en los últimos cinco años la media fue del 0,8 por ciento.

"Somos muy conscientes de cuál es el panorama de dificultades. Ya hemos tenido una pandemia [de covid-19], que no teníamos hace 100 años y ahora tenemos una inflación que no teníamos hace 30 años. Hemos conseguido vencer la pandemia. Y también combatiremos la inflación, siempre que tengamos sentido común, responsabilidad y nervios de acero", argumentó el dirigente socialista.

António Costa argumentó que, para acabar con la inflación, "no hay vacuna", "pero hay pequeñas medidas que, en pequeñas dosis, pueden ir aliviando el dolor".

"Con el conjunto de medidas que el Gobierno ha tomado para controlar los precios de los carburantes, entre la suspensión del impuesto sobre el carbono y la suspensión de la devolución de la recaudación adicional del IVA, con la reducción del ISP (Impuesto sobre Productos Petrolíferos), la verdad es muy sencilla: en un depósito de 50 litros de gasóleo se pagan 14 euros menos y en un depósito de 50 litros de gasolina se pagan 16 euros menos que si no existieran estas medidas", señaló.

Según el primer ministro, desde el inicio de la oleada de subidas de precios, antes del último paquete que asciende a 2.400 millones de euros, el Gobierno ya había movilizado 1.682 millones de euros para paliar la subida de los precios de los carburantes.

La oposición, según el primer ministro, más concretamente el PSD, propuso medidas "en dos tandas, la primera de 1.000 millones de euros de apoyo y la segunda de 1.500 millones".

"La oposición ha presentado un conjunto de propuestas con menos valor que el Gobierno para apoyar a las empresas y a las familias. Y no sólo es menor en cantidad, sino que se dirige a menos personas. En el caso del PSD, querían apoyar a personas con ingresos de hasta 1.100 euros, mientras que nuestras propuestas cubren a gran parte de la clase media hasta 2.700 euros al mes", ha dicho.

Además, según el líder del Ejecutivo, la propuesta del PSD para la ayuda a la renta es un bono de comida, que las familias sólo podrán tener para la compra de alimentos.

"Es la vieja desconfianza que tiene la derecha sobre las personas y las familias, juzgando que van a gastar mal el dinero que reciben del Estado", comentó.

En su respuesta a la inflación, António Costa también quiso destacar el componente de la reducción de la deuda, afirmando que Portugal es el tercer país de la Unión Europea con mayor descenso tras la pandemia del covid-19, lo que representa "una señal de confianza" en el futuro de la economía portuguesa.

"Podemos decir que vamos a dar este apoyo sin poner en peligro ninguno de los objetivos presupuestarios que nos habíamos marcado. No vamos a tener que congelar los salarios, ni recortar las pensiones, ni en la educación ni en el Servicio Nacional de Salud. Vamos a aplicar este paquete de 2.400 millones de euros, sin dejar de cumplir el objetivo de déficit", añadió.