"En los últimos seis meses, el precio medio de este producto ya ha aumentado un 150% en Portugal. Si a principios de año era posible comprar un saco de 15 kilos por unos 4 euros, en la actualidad, las superficies comerciales que ya tienen existencias de pellets para vender están cobrando precios de entre 8,99 y 10,99 euros", según DECO Proteste.

Sin embargo, este problema no se da sólo en Portugal, sino que es "transversal a varios países europeos". La organización de defensa del consumidor recuerda que, en España, por ejemplo, el precio de los pellets ha subido un 67% desde el otoño del año pasado.

"La creciente demanda en toda Europa en los últimos meses puede explicar la brusca subida de precios. Con el invierno a las puertas y los problemas de continuidad en el suministro de gas natural procedente de Rusia, que se está traduciendo en un elevado incremento de los precios de la energía , los consumidores europeos están buscando alternativas para calentar sus hogares", señala DECO.

La cuestión es que la "oferta disponible en el mercado puede no ser suficiente, ya que las importaciones de pellets de madera de Rusia y Bielorrusia están prohibidas".

Sigue siendo "económico"

A pesar de la subida de precios, las estufas de pellets "siguen siendo una opción económica para calentar la casa, aunque este sistema puede no ser ideal para todo tipo de viviendas, ya que es necesario instalar una chimenea", se puede leer en la web de la organización.

"Teniendo en cuenta que un saco de 15 kilos de pellets cuesta actualmente unos 10 euros, podemos suponer que el precio por kilovatio-hora (kWh) será de unos 13 céntimos. Este valor sigue siendo inferior a los 19 céntimos por kilovatio-hora de la electricidad", concluye DECO.