El portugués europeo es famoso (¿famoso?) por ser difícil de entender cuando se habla. Tener conocimientos previos de francés o incluso de español puede ayudarle a leer, pero puede chocarle al intentar dar sentido a lo que decimos.

Permítame desvelar el misterio.

Aunque intento no darle una conferencia sobre la fonética portuguesa, debo hablarle de tresfenómenos:

1. La asimilación: cuando los sonidos cambian; nos afecta la gente con la que nos juntamos, ¡y también las letras!

a. M&N cambian la vocal [oral] precedente por una nasal: sete /sEHt/ vs. sente /set/; sobra /sOHbra/ vs. sombra /sõbra/

b. cero /zEHr/ vs. talvez /talvesh/

c. sapato /saPAHt/ vs. sapatos /saPAHtush/

2. Elisión: Cuando los sonidos se pierden (o se tragan), normalmente al final de las palabras, y principalmente esto ocurre con las vocales; no lo hacemos para confundir; es el aspecto más práctico de la cultura portuguesa

a. La -e y la -o son clásicas: que /k/; comigo /kumeeg/

b. -i- y -u- a veces también pueden "desaparecer": piscina /pshshina/; popular /puplar/

c. Nunca nos tragamos la letra A, a no ser que nos veamos en un rato: até já /tEH jAH/

3. Enlace/Intrusión: Cuando se añade un sonido entre dos palabras. Ahora ya sabes por qué parece que hablamos con palabras largas, en lugar de con frases. Diré que somos perezosos (y que no vemos la necesidad de hacer una pausa), ¡pero será mejor que digas que somos pragmáticos!

a. que eu saiba /kew/ o /kiew/

b. estou a analisar /AAHnaleezar/

Muy lógico, ¿no?


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