La Comisión Europea ha presentado este martes un plan de acción para la "digitalización del sistema energético", en el que se prevén medidas para reducir el consumo del sector tecnológico, sin olvidar las criptodivisas. El Ejecutivo de la Unión Europea (UE) apela incluso a que los países estén "preparados" para detener la minería de criptodivisas si es necesario para liberar capacidad en los sistemas eléctricos.

En un documento que explica el plan, la Comisión Europea indica que las actividades relacionadas con las criptodivisas son responsables de cerca del 0,4% de toda la energía consumida en el planeta. Destacando que, el consumo de energía de las criptodivisas prácticamente se ha duplicado en los últimos dos años y ha aumentado un 900% en los últimos cinco.

"Dada la actual crisis energética y los riesgos del próximo invierno, la Comisión insta a los Estados miembros a aplicar medidas específicas y ambiciosas para reducir el consumo de electricidad de los agentes de las criptomonedas", señala el organismo dirigido por Ursula Von der Leyen. "En caso de que sea necesario reducir la carga de los sistemas eléctricos, los Estados miembros deben estar preparados para dejar de minar criptoactivos", concluye la misma nota.

A modo de ejemplo, la minería es la actividad que permite procesar las transacciones de algunas criptodivisas, de las que el bitcoin es el principal ejemplo. El término hace referencia a los millones de ordenadores permanentemente conectados, que hacen posible el funcionamiento de la red descentralizada que está en la base de este criptoactivo. En 2021, ECO informó de que el bitcoin, en ese momento, utilizaba 2,5 veces más electricidad que Portugal en un año.

La Comisión va más allá en el control más estricto de la minería. "En una perspectiva a largo plazo, es crucial acabar con los beneficios fiscales para los mineros de criptodivisas que existen en algunos Estados miembros", concluye la entidad.

Para contribuir a la gestión del problema, la Comisión Europea se compromete a "desarrollar un informe antes de 2025 que incluya una descripción del impacto medioambiental y climático de las nuevas tecnologías en el mercado de criptoactivos, así como posibles opciones políticas que ayuden a mitigar los impactos adversos en el clima de las tecnologías utilizadas en el mercado de criptoactivos".

Por último, para este ámbito, Bruselas propone la cooperación internacional para el desarrollo de "etiquetas de eficiencia energética para blockchains", nombre que recibe la tecnología que ha permitido la aparición de criptoactivos descentralizados.