La historia de la pantomima es una historia del bien contra el mal, con hombres vestidos de mujeres y mujeres disfrazadas de jóvenes. A lo largo de los siglos ha viajado desde la antigua Grecia hasta Gran Bretaña, pasando por Italia y Francia, transformándose en una

en una mezcla única de excentricidad y absurdo. Los espectáculos suelen basarse en cuentos infantiles muy conocidos, como Aladino, Cenicienta, La Bella Durmiente, etc., por lo que resultan atractivos para todas las edades.

La participación del público es una parte importante del espectáculo, ya que se le anima a abuchear al villano, a discutir con la Dama (interpretada por un hombre) y a advertir al héroe (normalmente interpretado por una joven) del peligro inminente.

Las bofetadas son otro elemento tradicional: lanzamiento de tartas, muchas caídas, disfraces extravagantes y, naturalmente, un animal de pantomima que baila.

Al final del espectáculo, el bien habrá vencido al mal, se habrán interpretado canciones y bailes y todos vivirán felices para siempre.

Alan Smith como la Dama, Bethany Blakemore como la despistada Simon y Madeleine Wheare como la malvada bruja Wilma - en el ensayo. Foto: Gerty Geerts.


Se reconoce que esta curiosa forma de entretenimiento se inspira en las primeras máscaras de los periodos isabelino y estuardo, y en la Commedia dell'arte, el teatro callejero improvisado de Italia. Las máscaras distintivas permitían al público reconocer a los personajes de serie, al tiempo que permitían a los actores hacer bromas subidas de tono o de actualidad, un elemento clave de los pantos actuales.

Con el tiempo, la pantomima llegó al teatro británico. Durante la época victoriana, el personaje cómico central se convirtió en una mujer pobre y viuda, lo que finalmente dio lugar a la excéntrica figura de la Dama, un papel creado e interpretado por primera vez por un hombre, y actuado desde entonces por hombres. El público comparte el conocimiento de que la Dama no es realmente una mujer, pero el absurdo de la pantomima se basa en el hecho de que todos estamos en la broma. Y eso es parte de la diversión y la magia de la pantomima.

Jack y las habichuelas se representa en el Auditorio Carlos de Carmo de Lagoa los días 24, 25 y 26 de noviembre a las 7:45, con una matinée el 27 de noviembre a las 14 horas. Las entradas, al precio de 12 euros, pueden adquirirse en línea en bol.pt o en persona enel Auditório Carlos doCarmo, en el Convento de S. José de Lagoa y en el Município de Lagoa - Balcao Único. También está disponible en los puntos de venta de Worten y FNAC.