"Un plan de salud que es un complemento del Servicio Nacional de Salud [...]. El plan de salud consiste en decir que todas las personas de Lisboa que tengan más de 65 años puedan tener acceso a un médico", dijo el alcalde, Carlos Moedas (PSD), en la presentación a la prensa de la propuesta, que aún debe ser votada en una reunión del ejecutivo municipal.

Carlos Moedas dijo que la propuesta pretende dar "acceso general" a la asistencia sanitaria a los 130.000 lisboetas mayores de 65 años, a través de un servicio de teleconsulta disponible las 24 horas del día, en el que, en caso de necesidad, "el médico puede decidir ir al domicilio de la persona", así como derivaciones para el transporte en ambulancia o la entrega de medicamentos a domicilio.

El plan también pretende ir "más allá" en el apoyo a los 5.000 lisboetas que se benefician del complemento de solidaridad para las personas mayores, que podrán acceder gratuitamente a consultas de optometría y gafas, así como a prótesis dentales e higiene bucal, "servicios que no están cubiertos por el Servicio Nacional de Salud (SNS)", afirmando que la propuesta se enmarca en el objetivo de "construir el estado social local".

Para acceder a este servicio médico, los ancianos "sólo tienen que ir a su farmacia", llevar su tarjeta de ciudadano, que certifica que tienen residencia en Lisboa, y apuntarse al plan, explicó, aclarando que, al contrario de lo previsto inicialmente, la operatividad no depende de la adhesión de las juntas parroquiales.

"No podemos vivir en un país en el que no resolvemos los problemas de las personas y que están constantemente, en el caso de la sanidad, pensando si es pública o privada", defendió Carlos Moedas, considerando que la existencia de 1,5 millones de portugueses sin médico de cabecera "es el caso de un estado nacional frágil".