Según el Servicio de Extranjería y Fronteras (SEF), uno de los ciudadanos también está acusado de cometer delitos de falsificación informática y posesión de un arma prohibida.

"La investigación, llevada a cabo por el Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF), se inició en octubre de 2018, siendo uno de los acusados residente en Faro, donde trabaja como contable oficial, y el otro residente en el Reino Unido, siendo propietario de un establecimiento comercial en Amadora", en el distrito de Lisboa, según el comunicado del SEF.

Según la información difundida, los dos ciudadanos acusados actuaron "en conjunto con esfuerzos" y "ayudaron a la regularización de más de un centenar de ciudadanos extranjeros, utilizando documentos fraudulentos que simulaban relaciones laborales que, en realidad, nunca existieron".

"Durante la investigación, además de la empresa del Algarve y de las solicitudes iniciales de visado, se detectaron más empresas "fantasma" y diversas irregularidades para la regularización en el territorio nacional", añade el SEF.