A partir de julio del año que viene, el Gobierno introducirá "una tasa sobre el carbono para los consumidores de viajes aéreos en aeronaves con una capacidad máxima de hasta 19 plazas", que se aplicará "a cada vuelo comercial y no comercial que salga de aeropuertos y aeródromos situados en territorio portugués".
"La tasa será cobrada y liquidada por los propietarios de las aeronaves o por los operadores aéreos que realicen los vuelos y comercialicen el vuelo, respectivamente", y la tasa revertirá en el Fondo Ambiental.