La confianza de los consumidores europeos se ha desplomado desde febrero y la fe en la capacidad de los dirigentes para controlar la subida de precios es cada vez menor. En Portugal, se cree que la inflación continuará indefinidamente, lo que agrava el hecho de que seis de cada diez portugueses se encuentren en peor situación económica que el año pasado, según el Informe Europeo de Pagos de Consumidores 2022, promovido por Intrum.

El escenario de inestabilidad económica e incertidumbre geopolítica está haciendo que los consumidores se sientan "aún más inseguros que durante los días más oscuros del cierre patronal", señala el informe. Luís Salvaterra, director general de la empresa de servicios de gestión de crédito, explica a Dinheiro Vivo que la cuestión trasciende la condición financiera y que las personas se están viendo afectadas mentalmente: "La inflación pesa sobre la renta diaria de las familias, provocando una pérdida de poder adquisitivo y una caída del nivel de vida".

La "ansiedad por las facturas" es muy real, con cada vez más consumidores preocupados por las facturas, ya que no saben si podrán pagar más cada mes. Más del 70% de los encuestados portugueses considera que sus gastos fijos evolucionan más rápido que su remuneración. Este valor contrasta con el 51% registrado en 2021, lo que se traduce en una subida del 22% en el espacio de un año, justificada, en parte, por el hecho de que las empresas no están llevando a cabo aumentos salariales acordes con la inflación, que en octubre alcanzó casi el 11%.

El informe también revela que un tercio de los encuestados confiesa disponer de menos del 10% de su sueldo después de pagar las facturas mensuales.


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