Son hierbas y raíces comestibles que se prestan a una escuela de pensamiento muy zen llamada fitoterapia, en la que las plantas se utilizan por sus capacidades curativas.

Los herbolarios llevan mucho tiempo promocionando adaptógenos como la ashwagandha, el ginseng, la raíz de regaliz, la albahaca santa y el cordyceps para reforzar el sistema suprarrenal, responsable de la liberación de una serie de hormonas en el organismo, incluido el cortisol (la hormona del estrés relacionada con el aumento de peso, los trastornos del sueño y la reducción de los niveles de energía, además de problemas más graves como la depresión y la ansiedad). Ahora, el lujoso mercado holístico está empezando a darse cuenta del poder curativo de estas robustas plantas.

"Los adaptógenos suelen crecer en entornos muy estresantes y han tenido que 'adaptarse' para prosperar", explica Naomi Buff, gurú de la salud y el bienestar detrás de la marca de superalimentos Naomi's Kitchen. "La maca, por ejemplo, crece a gran altitud, mientras que la rhodiola se encuentra en terrenos duros y montañosos.

"Sus propiedades de mayor resistencia y fortaleza se nos transfieren cuando consumimos estas hierbas y raíces ricas en nutrientes, como ayudar a nuestro cuerpo a adaptarse al estrés, ya sea físico, mental, emocional o ambiental".

Curación natural

Naomi, que ha creado una mezcla muy de moda de polvos de hierbas que se pueden añadir a los batidos, afirma que los adaptógenos existen desde hace milenios y se utilizaban tradicionalmente para la curación natural en las culturas china y ayurvédica. Aunque en la antigüedad el hombre buscaba los adaptógenos en la tierra, hoy en día los adictos al bienestar lo tienen mucho más fácil (se pueden tomar en batidos, comprimidos o zumos y tés prensados en frío; Gwyneth Paltrow y Donna Karan son fans).

Los adaptógenos vienen en todas las formas y tamaños y prometen un sinfín de beneficios, así que ¿cómo saber cuál es el mejor para ti? Naomi dice que el ginseng es un ganador universal: un adaptógeno fijador de mantas que puede levantar el ánimo y alejar los resfriados y la gripe. La ashwaghanda, por su parte, es la más indicada para calmar la ansiedad (al parecer, puede suprimir las hormonas estimulantes cuando estás agotado y estresado). La schisandra es una enredadera leñosa que nutre la piel y es ideal en invierno; puede iluminar el cutis más apagado y, según algunos aficionados, tiene el beneficio añadido de ayudar a prevenir el trastorno afectivo estacional. Incluso puedes mejorar tu resistencia en el dormitorio con la maca, que Naomi describe como "la Viagra de la naturaleza".

Fue durante un periodo de agotamiento extremo, hace cuatro años, cuando Naomi descubrió los adaptógenos como una forma de tratar su propia fatiga suprarrenal. "Por aquel entonces ya trabajaba en el campo del bienestar, impartiendo talleres de cocina nutricional en Mónaco", explica. "No fue hasta mi agotamiento cuando empecé a usar adaptógenos en serio y con regularidad. Incluía ashwaganda, maca, reishi y rhodiola en polvo en mis batidos, y albahaca santa en cápsulas.

"Estos adaptógenos me ayudaron mucho a recuperarme y ahora son un alimento básico en mi dieta cuando me siento agotada".

Después de ver pasar a "cientos de mujeres" por sus talleres de cocina nutricional y "oírlas hablar constantemente de cuatro preocupaciones comunes: el peso, la piel, la desintoxicación y la energía", creó una mezcla de superalimentos a base de adaptógenos llamada "Soy Superman".

La evidencia científica en torno a los adaptógenos sigue siendo limitada, pero un rápido repaso a los foros de Internet muestra un culto de devotos entre la brigada del bienestar, que los elogia por su capacidad para restablecer el equilibrio del cuerpo y la mente. También ha llamado la atención de los Instagramers amantes de los cuencos de Buda; el hashtag #adaptogens tiene más de 18.000 publicaciones en la aplicación.


Créditos: envato elements; Autor: Por leungchopan;


No para todos

Pero estas potentes plantas podrían no ser aptas para todo el mundo.

"Hay algunos grupos de personas que se considerarían inadecuados para el uso de los adaptógenos debido a sus efectos estimulantes sobre el organismo, pero también si están tomando algún medicamento", advierte la Dra. Sarah Brewermédico nutricionista.

Si padece hipertensión, problemas cardiacos o migrañas, sugiere que elimine el ginseng de su lista de la compra. Los propensos al insomnio también pueden descubrir que su efecto estimulante les mantiene despiertos por la noche, sobre todo si lo toman a última hora del día (imagínese tomarse un café expreso justo antes de acostarse). También aconseja evitarlas a los niños y a las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

Antes de tomar cualquier tipo de adaptógeno, la Dra. Brewer sugiere que hable con su médico de cabecera para comprobar si es adecuado para sus necesidades médicas.

Ahora que los conocemos y sabemos lo que pueden hacer, sólo nos queda una pregunta: ¿Necesitamos realmente los adaptógenos como parte de nuestra rutina diaria?

"Llevar una dieta equilibrada y sana, acompañada de ejercicio, sería lo ideal antes de tomar suplementos, sin embargo, a veces los niveles terapéuticos que pueden recomendarse para ayudar con dolencias como el estrés, el cansancio y la fatiga no siempre pueden alcanzarse sólo con la dieta, y pueden ser necesarias precauciones adicionales", dice Hannah Moffitt, nutricionista de Holland & Barrett.

Nunca le diría a nadie que tiene que tomar adaptógenos", afirma Naomi, "pero sí creo en sus capacidades curativas naturales y he experimentado de primera mano lo beneficiosos que pueden ser para la salud".