"El principal problema es, sin duda, la vivienda. Tenemos casos de personas completamente echadas a la calle, no porque no paguen, sino porque los propietarios quieren las casas. Otros, porque no pueden pagar", declaró José Ricardo Martins a la agencia Lusa.

El problema afecta tanto a ciudadanos nacionales como extranjeros en la parroquia de Almada, donde ya hay cerca de 60 nacionalidades.

Como el alquiler de un apartamento de un dormitorio absorbe un salario mínimo, la población busca directamente la ayuda de la Junta Parroquial, ya sea para pagar la vivienda u otros gastos asociados (agua, electricidad, gas), pero también la alimentación y los gastos escolares.

"La principal carencia que noto, no sólo para los extranjeros, sino también para los portugueses, tiene que ver con el problema que creo que es la mayor lacra social del país, con la vivienda y con los precios exageradamente altos, incluso obscenos, de los alquileres"declaró el alcalde.

La solución, recomienda, es construir vivienda pública, lo que lleva tiempo. Añade que en la zona de Costa, gran parte del suelo es propiedad privada o zona de reserva.

El problema no es exclusivo de la parroquia, pero poniendo como ejemplo el municipio de Almada, Ricardo Martins dijo que miles de personas están esperando la oportunidad de obtener una casa a través de un programa municipal: "Hay un gran número de familias en Habit'Almadaque tienen un impacto aquí en la costa. Inscripciones esperando en casa, tal vez estamos hablando de 7.000 personas ".

El alcalde teme que los casos a los que está respondiendo junto con la iglesia y otros socios puedan reflejar lo que será el año 2023. "Si esta escalada en términos de energía e inflación continúa, obviamente tendremos problemas similares a los que tuvimos durante la pandemia", estimó, indicando que 7.162 personas recibieron apoyo durante este período, en el ámbito de la Comisión Social creada en 2016 con varias entidades asociadas.

"A pesar de tener aquí algún colchón, aunque no tanto como es necesario, en el aumento de los salarios... no será suficiente para que las personas puedan realizar su vida normal, aunque tengan que renunciar a lo que no es tan esencial", consideró.