Esto representa unas remesas sociales de 2.300 millones de euros.

El retorno de los emigrantes de mediados de siglo y la llegada de población extranjera han convertido a Portugal en el país con mayor proporción de pensiones pagadas por otros sistemas de seguridad social entre más de tres docenas de Estados europeos con normas comunes de movilidad en materia de protección social.

Según datos recientes de Bruselas, recogidos por el Jornal Económico, de cada 100 pensiones percibidas en Portugal, 14 son pagadas por entidades extranjeras.